Después de algunos días de descanso, regreso con energías renovadas y el espíritu de siempre.
Después de un breve descanso, pero haciendo adobes, como decía mi abuelo Abundio,
aquí estoy de vuelta, aporreando teclas con la pasión de siempre.
Sí, ahora escribo más lento que antes, pues el tiemplo implacable, no pasa en balde. Los achaques me han alcanzado: los dedos duelen, la espalda reclama, los hombros protestan.
Mi cuerpo me recuerda que ya no tolero la lactosa, que el picante me hace daño, y que incluso mi mente no responde tan ágil como quisiera.
Ayer, por ejemplo, me puse unos tenis blancos… pero diferentes. Para colmo, llevé la playera al revés y el frío me caló hasta los huesos (dije huesos, eh).
Sin embargo, aquí estoy. Con todo y achaques, listo para enfrentar el 2025 con la misma determinación de siempre.

Inicio el año abrazando varios proyectos relacionados con la comunicación, porque este oficio, más que una profesión, es una vocación que no se apaga con los años.
Le doy vuelta a la página y empiezo este nuevo capítulo con el firme propósito de seguir compartiendo los sucesos más interesantes de la zona sur y de donde quiera que me encuentre.
Espero, querido lector, que sigas acompañándome en este camino como lo has hecho hasta ahora.
¡Bienvenido 2025! Aquí estamos, listos para escribir, informar y seguir adelante, siempre con el respaldo de tu lectura y de este espacio que llamamos El Regional.
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