Muy buenas noches. Agradezco en primer lugar a los organizadores de este singular evento enmarcado dentro de la semana cultural de nuestra Casa de la Cultura, por invitarme a participar con un trabajo que he titulado “Tras los pasos de Eulogio Parra”.
Este trabajo es un borrador que pretende en el futuro llegar a ser una humilde obra, ya sea biográfica o ensayo sobre la recia personalidad y participación histórica del héroe más sobresaliente de Ixtlán del Río.
Al igual que otras investigaciones que he estado haciendo, mi propósito es poder dar a conocer estos datos mediante algún escrito o tratado; pero si los avatares o problemas no me permiten realizarlos, pretendo que por lo menos sean conocidos y donados al municipio para que el día de mañana sean publicados por el historiador o escritor más adecuado.
Hacer un trabajo de investigación se lleva mucho tiempo y hay que conocer y procesar los datos para que estos sean los más precisos y fidedignos, para no incurrir en fallas o errores parciales de apreciación, ya que la historia en sí es real y científica per lo que cambia son los ángulos y puntos de vista de los participantes y autores.
Desde el momento que arribe a este bello suelo de Ixtlán y que siempre he dicho que es mi tierra de adopción; de esto hace ya muchos ayeres. Pero para ubicarnos fue en el año de 1967. Llegué como maestro de historia, y aun así, no sabía nada sobre Eulogio Parra, me enteré en ese entonces que Ixtlán del Río tenía una calle con ese nombre, y que antes ostentó el nombre de “la calle de Las Parejas” y más atrás como la calle “del hospital” porque pasaba a un costado del hospital de San Vicente de Paúl, después cuartil militar y ahora la prestigiosa escuela secundaria Amado Nervo, y que hacía poco se había hecho un homenaje a los restos de Eulogio Parra porque se cumplieron 50 años del estado libre y soberano de Nayarit, y con motivo del primer cincuentenario los restos de este insigne patriota fueron traídos desde Durango hasta el panteón de los hombres ilustres de la ciudad de Tepic, y que a su paso por Ixtlán fueron velados y respetuosamente homenajeados en los portales de la presidencia municipal.
También me daba cuenta de que mis compañeros maestros (especialmente de historia), se referían con veneración y orgullo sobre el personaje que nos ocupa; y yo en realidad no sabía nada sobre él.
Afortunadamente llegó a mi poder un ejemplar del estudio histórico del estado de Nayarit de la Independencia a la erección en estado del laureado poeta, escritor e historiador Everardo Peña Navarro, ixtleco de pura cepa (quien merece también en el futuro un podio y reconocimiento a su destacada relevancia en beneficio de la cultura)…
Al contar con esa obra, la leí con avidez y me pude enterar de la gloriosa participación de Eulogio Parra con sus acciones de valentía dentro del Ejército de Occidente comandado por el gran héroe jalisciense D. Ramón Corona, quienes lucharon en el grupo liberal juarista en la Guerra de Reforma y después contra la intervención francesa y el espurio Imperio Mexicano. Por cierto, a Ramón Corona se le llegó a considerar nayarita, ya que en sus años mozos trabajó en El Mineral de Cucharas, municipio de Acaponeta, Nayarit, y de ahí se levantó en armas para defender a la patria.
El sobresaliente y admirador ferviente del general Eulogio Parra, el profesor J. Guadalupe Sánchez Jaime, siendo presidente municipal de este sureño municipio, mandó construir el monumento a nuestro héroe y en el año de 1978 fue inaugurado en el sitio donde actualmente se encuentra; desde entonces, nuestra plaza principal ostenta el nombre de Plaza Eulogio Parra.
En el mencionado acto estuvieron presentes los representantes de los tres poderes estatales (ejecutivo, legislativo y judicial), lo más relevante fue la destacada participación de historiador ixtlense, profesor Enrique Hernández Zavalza, quien aparte del discurso oficial, regaló una pequeña biografía de Eulogio Parra dónde se decía que eran datos tomados de una biografía de D. Everardo Peña Navarro. Pude notar en esa hojita que Eulogio era hijo de José María Parra y de Desideria Iriarte, por lo tanto el nombre completo era: Eulogio Parra Iriarte. También noté que su fecha de nacimiento era el 9 de marzo de 1840.
Me nace la inquietud de saber más sobre Eulogio Parra, visito sus descendientes y consigo algunos datos y documentos como: la biografía de Eulogio, escrita por D. Everardo Peña Navarro con los mismos datos que ya mencioné. Consigo foto de lo que fue la tumba en Durango donde se escribe un epitafio. Consigo otras notas periodísticas como el homenaje en Guadalajara con motivo del Centenario de la República 1962 y en donde a una calle que desemboca en Federalismo le ponen el nombre y una placa conmemorativa a el héroe Eulogio Parra. Veo a D. Dionisio Nolasco Tovar para saber de su corrido a Eulogio Parra y de dónde obtuvo los datos. Me proporciona unas hojas manuscritas que él obtuvo y fueron extraídas de la misma obra de D. Everardo Peña Navarro (Hist. de Nayarit) sobre las acciones bélicas y sobre todo de la batalla de La Coronilla. Todos estos documentos los tengo en mi poder.
Sin embargo, cada día notaba que había mayor necesidad de saber más datos y lo primero que me impulsó fue la simple curiosidad y de esta forma en el año de 1985 visité por primera vez el archivo parroquial de Santo Santiago. Monsr. José de Jesús Salcedo me atendió gentilmente y me dejó hurgar los valiosos y añejos libros de partidas de nacimientos con entera libertad. Después de ardua búsqueda, pude localizar el libro respectivo y la fe de bautismo. Para mi mayor sorpresa encontré ahí una pequeña hojita con el nombre de D. Everardo Peña Navarro que servía como separador o señal. Esto me hizo suponer que D. Everardo había abrevado en ese mismo documento.
De inmediato, le dije al Sr. Cura que me permitiera sacar una copia fotostática y no una constancia certificada como se suele estilar en estos casos, pese a que en ese entonces el Sr. Cura Salcedo no me conocía, accedió de buena gana a mi solicitud.
Me hice de un valioso documento donde pude notar inmediatamente lo siguiente: Desideria Iriarte no era su madre, sino su abuela paterna, y su madre era María Antonia Espinoza, y en la su fe de bautismo aparecía como José Eulogio, además fue registrado el 10 de marzo un niño de un día de nacido como a la una de la mañana, por lo tanto se podía colegir esto.
Su nombre completo era: José Eulogio Parra Espinoza, nacido el mismo diez de marzo de 1840 cuando fue presentado para el bautizo. Le saqué varias copias fotostáticas y de inmediato les proporcioné a sus descendientes y en especial al historiador profesor Enrique Hernández Zavalza, autor de la biografía que conocíamos y que era en ese entonces el director del periódico El Observador y cronista del Congreso del Estado. El profesor me agradeció la atención y me dijo “hay que corregir lo que haya”.
Aparentemente ya estaba todo resuelto, pero no fue así. Existían todavía muchas incógnitas, por ejemplo lo de su muerte, ya que sabíamos que había muerto desempeñando sus funciones en Durango y que había sido comisionado a Mazatlán, Sinaloa; así que en el año de 1995 (julio), me trasladé a la ciudad de Santiago Papasquiaro, Durango. Llevaba únicamente la fotografía del epitafio de su tumba. Para mi sorpresa, hacía una semana que todo el panteón con todos sus monumentos coloniales e históricos fúnebres habían sido destruidos porque ya había un nuevo panteón “más bonito y más moderno”.
En los archivos municipales nada existía de documentos anteriores a 1920, así que de nuevo a visitar el archivo Parroquial de Santo Santiago de aquel lugar, después de salvar algunos problemas de tipo burocrático, pude penetrar en el libro donde se encontraba el acta de defunción. Luego de una labor de convencimiento logré que me permitieran sacar copia fotostática y poner el original el sello parroquial. Muy contento con mi documento pudo notar lo siguiente: “Muere el Gral. Parra de pulmonía”; fue de urgencia atendido, iba de paso, originario de Tepic (Distrito Militar) que fue casado en su tierra y quedaron 4 hijos, que ahora faltaba saber nombre de la esposa y sus hijos. Lo más importante eran los datos obtenidos. Había muerto a la edad de 32 años y no como aparecía, 33 años en documentos oficiales. Su fecha de defunción fue el 4 de julio de 1872.
Saqué más copias, las mandé a la editorial Porrúa para que hicieran sus correcciones, le envié al maestro Enrique Hernández Zavalza y a los descendientes.
El siguiente paso fue platicar de nuevo con los parientes. Poco a poco se llegó a las siguientes conclusiones, para continuar con la huella de Eulogio Parra. La casa que perteneció a D. Francisco González Parra (más conocido como D. Panchito), hijo de doña Rutila Parra, hermana de Eulogio Parra y ancestros de don Manuel González Pimienta, y que se localiza entre las calles Abasolo y Prisciliano Sánchez era la casa paterna y por lo tanto cuna de Eulogio Parra; así que interesé al C. presidente municipal C.P. José Ramón Parra Ibarra para que se hiciera un homenaje al C. Gral. Eulogio Parra Espinoza mediante la develación de una placa metálica el 10 de marzo de 1996, fecha de su natalicio con la presencia de los poderes estatales y los descendientes del prócer liberal.
Para julio de 2003 y después de una serie de oficios y trámites, así como conseguir el apoyo moral y económico de nuestro actual presidente municipal C. Héctor Javier Sánchez Fletes, pude penetrar a los archivos históricos de la SEDENA; como todos sabemos son muy cuidadosos, celosos, exigentes y ordenados con sus documentos. Después de hacerme múltiples recomendaciones pude al fin hojear, leer y anotar todo lo concerniente al expediente con las hojas de servicio del general que nos ocupa.
Era un expediente compuesto por 67 fojas la totalidad escrita con letra manuscrita antigua, salvo un documento al coronel Eulogio Parra como general de brigada, escrito en letra impresa y firmado por el Gral. Ignacio Mejía, ministro de guerra y el presidente de la república Lic. Benito Juárez con fecha 25 de enero de 1867 en Zacatecas, Zac.
En el expediente citado pude constatar los siguientes datos: EXP-XI/III/2-555 año 1963 Dpto. de archivo correspondencia e historia archivos cancelados un tomo, inicia solicitud de una licencia ilimitada s/goce de sueldo del 9 de mayo de 1871.
Tal parece que no existían documentos que acreditaran la participación de Eulogio Parra en la defensa de su patria, por lo que con el apoyo del Gral. Ramón Corona, quien fuera general en jefe del Ejército de Occidente, y dónde participaba Eulogio Parra, lo ayudó, alentó y conformaron su expediente (se sobreentiende que en el Ejército de Occidente esta su hoja de servicios). Ramón Corona apreciaba con denuedo a Eulogio, una porque este era muy joven y muy valiente, y por otra realizó verdaderas proezas en su lucha a favor de la patria.
José Eulogio Parra se dio de alta en el Ejército del Gral. Ramón Corona en octubre de 1862 con el grado de teniente y de acuerdo a esta fecha le tocó luchar contra los franceses y conservadores; y contra el mal llamado Imperio Mexicano de Maximiliano. Sus principales acciones fueron entre el estado de Sinaloa, el 7° Cantón de Jalisco (Tepic) y el estado de Jalisco.
Célebres son sus victorias de la toma de Mazatlán, Palos Prietos, y la Coronilla, que más adelante hablaremos de esta; lo que sí podemos ahorita afirmar es que todos los grados se los ganó a pulso y con mucha valentía.
También pudimos constatar que desde julio de 1868, o sea después de instaurada la república con Juárez al frente, él estuvo como responsable en la base de Mazatlán, Sin. Y desde marzo de 1869 él solicitó su licencia s/goce de sueldo para separarse del servicio activo por su salud quebrantada. Incluso acompañada dicha solicitud con un certificado médico del Dr. Luís Lerdo de Tejada, dónde dice que tiene “fiebres intermitentes rebeldes” y aconsejan un clima más sano alejado de la costa.
Esto da inicio a una serie de correspondencias con todo el auxilio de Ramón Corona, quien pide no solo las licencias si no que se le premie con las preseas de honor al mérito y que dicha licencia sea con goce de sueldo, todo el año del 69, 70 y parte del 71, son una serie de documentos de ascensos, reconocimientos, y de la licencia. Primero se concede s/goce de sueldo y después, con sueldo pero debe permanecer en Mazatlán, para su pase de revista cada mes en junio de 1871.
Finalmente hay un oficio que dirige el Gral. Rafael Junguito, responsable de Mazatlán al ministro de guerra con fecha 26 de octubre de 1871 que dice:
“El C. Gral. del depósito con fecha 24 del corriente me dice:
Contestando por parte oficiales en varios periódicos que el C. General Coronel Eulogio Parra que pertenecio a este depósito y se hallaba en Mazatlán, se ha sublevado contra el supremo gobierno, he de merecer a Ud. se sirva si lo tiene a bien, consultar si se le da de baja y en qué fecha.
Y tengo el honor de insertarlo a Ud. para su superior conocimiento y a fin de que se sirva resolver lo que a bien tenga”.
Indep. y Libertad México
Oct. 26 1871
Rafael Junguito.”
Luego aparece la respuesta el 27 del mismo mes y año, dónde se le considera desertor y se le da de baja desde el 3 de septiembre de 1871. Lo firma Ignacio Mejía, ministro de guerra, y aquí concluye el expediente.
Como podemos observar prácticamente orillaron a don Eulogio Parra, según noto yo, a sublevarse. Me sigue cosquilleando una duda, y debo aclararla, yendo al puerto de Mazatlán a visitar las hemerotecas para revisar lo que dicen las notas periodísticas de septiembre – octubre de 1871, para localizar lo referente al alzamiento del general Eulogio Parra, ahora por esas fechas 1° de octubre de 1871, se levantó en armas D. Porfirio Díaz con su famoso Plan de La Noria, que por cierto fracasó, pero que se luchó de 1871 a 1873.
No sé si Eulogio secundó el plan pero la verdad es que lo fuerte estuvo en los estados de Durango, Zacatecas y Chihuahua, en esos estados operaban apoyando a Porfirio Díaz los generados Trinidad García de la Cadena, Jerónimo Treviño y Donato Guerra, quen fue gran amigo y compañero de armas de D. Eulogio Parra, sobre todo en la batalla de “La Coronilla”.
Recordemos que el general Parra iba de paso por Santiago Papasquiaro, Durango y ahí murió un 4 de julio de 1872, y su enfermedad fue pulmonía. ¿No sería que andaba huyendo? Como quiera que sea, así como Donato Guerra es un héroe tapatío, Eulogio Parra lo es para los ixtlenses.
Aún está muy inclusa una biografía completa de nuestro héroe, no obstante, he seguido escudriñando hasta donde es posible, he platicado muchas veces con los descendientes, especialmente con D. Manuel González Pimienta, de él he obtenido lo siguiente: “Nunca supimos que fuera casado. Que fue mujeriego, sí, y llegó a tener de amante a la famosísima cantante de ópera en Mazatlán, Ángela Peralta. Aunque en el acta de defunción (disculpen que la vuelva acitar) dice: fue casado en su tierra (Tepic), dejó 4 hijos intestados por la premura.
En julio de este año me dediqué a revisar los libros parroquiales de bautizos y matrimonios desde 1855 hasta 1872, periodo que comprende a la edad productiva sexualmente hablando de nuestro biografiado, pero desgraciadamente no encontré nada, únicamente hermanos que se casaron o que fueron bautizados, como son los casos: el matrimonio de José Miguel Parra Espinoza con Ana González, dicho acto fue el 20/05/1863; del nacimiento de María Feliciana Parra Espinoza, acaecido el 21/11/1841; nacimiento de Rutila Parra Espinoza 20/12/1874 a partir de aquí se obtiene lo siguiente: Rutila fue la menor de la familia Parra Espinoza y que tiene dos hijos, uno José María González Parra de dónde desciende D. Lorenzo González Barrera y de ahí el Lic. Mauricio González Morones. Otro, Francisco González Parra (D. Panchito), de dónde desciende D. Manuel González Pimienta y de ahí Manuel González Ozuna y hermanos.
También obtuve una foto como dije al principio sobre la tumba dónde esta escrito el siguiente epitafio:
“Hermano J. Parra Epit. cavé esta losa, mi hermano amado ya descansado aquí reposa ven su olvidado nombre en su fosa, esta tediosa tumba he plantado, duerme entre tanto, yo pido al cielo, vertiendo llanto, me dé consuelo su poder santo, su amor si anhelo. S.P. marzo 30 1883.
Se deduce que es un hermano cuyo nombre empieza con S. y hasta 1883 se hizo este epitafio dicha foto me la obsequió don Lencho González.
Como podemos darnos cuenta aúno no es posible una biografía completa, no obstante imaginémonos el ambiente y medio que le tocó vivir a Eulogio Parra bastante hostil, llena de asonadas batallas y guerras, intestinas y extranjeras; lucha permanente entre liberales y conservadores. El constante asedio de Manuel Lozada, dueño casi absoluto de lo que después sería Nayarit. Dos intervenciones desastrosas para el país, la de EE.UU. en 1847 y la de Francia en 1862 y la imposición de un imperio de Maximiliano y Carlota, todo este acontecer le tocó vivir a Ixtlán y por ende a Eulogio Parra, como ya dije anteriormente, el dueño de Nayarit (que antes fue cantón de Jalisco, Distrito Militar de Tepic, Territorio de Tepic) era el Tigre de Álica, Manuel Lozada que, paréntesis aparte, y haya sido lo que haya sido, fu el promotor de que surgiera el estado libre y soberano de Nayarit. Y también aquí no nos invadió Francia por la misma circunstancia.
Pero volvamos a nuestro tema. Ixtlán debido a su cercanía con Guadalajara, era muy liberal, ya que los gobernadores, especialmente Santos Degollado influyeron para ello. Pero además en Ixtlán hubo una estirpe de liberales encabezados por un casi patriarca, don Nicolás Ramírez, de dónde descenderían José Trinidad Ramírez, otro gran patriota ixtlense que lucha contra la intervención estadounidense. De estos Ramírez, descienden D. Alfredo Ramírez y Teresa Ramírez, los futbolistas Ramón y Nicolás Ramírez.
Aquel Nicolás Ramírez era compadre de don Santos Degollado, y chocó con las ideas conservadoras y clericales de Lozada y de Ahuacatlán, pues Ahuacatlán fue conservador e Ixtlán liberal. Eulogio, noté yo, en uno de sus escritos que él no tuvo estudio superior por el tipo de su letra, pero por sus ideas son muy avanzadas y revolucionarias. Entiendo que a lo mejor era de familia pobre, romántico, audaz, valiente, gran jinete, enamorado, así como bohemio y jugador. Debido a este acendrado patriotismo e ideas liberales, cuando Eulogio muy joven se integró y se dio de alta en el Ejército de Occidente de don Ramón Corona como ya se expresó, en el año de 1862, y se conformó el batallón libre de Ixtlán y el Batallón Ramírez, por participar varios Ramírez de Ixtlán y en honor al patriarca que ya hicimos mención.
El Ejército de Occidente estuvo conformado por 3 divisiones. La primera división estuvo a cargo de D. Ramon Corona, la segunda división por el coronel Donato Guerra, pero en principio la primera brigada era responsabilidad de don Eulogio Parra y sus cuerpos eran: cuerpo de Ramírez, liberales de Ixtlán, escuadráon Valle, Guerrilla de Honor, Batallón Mixto de Sinaloa y Batallón de Ahualulco.
Este ejército poco a poco fue limpiando de franceses el estado de Sinaloa durante el año de 1865 y 1866, con triunfos sonados como la Toma de Mazatlán, con el fin de seguir acorralando al enemigo y llegar a Guadalajara. D. Ramón Corona determinó una reunión el 18 de octubre de 1866 para enviar las divisiones al frente y él quedarse a cuidar la retaguardia. Todos los generales y coroneles opinaron que el jefe o comandante fuera el coronel Eulogio Parra, y de esta forma nuestro héroe avanzó por el resto de Sinaloa y por el territorio nayarita, obteniendo triunfo tras triunfo, pese a que el territorio estaba infestado por lozadistas, para finalmente llegar el 12 de diciembre de 1866 a Tapalpa y luego el 18 de diciembre en Santa Ana Acatlán donde realizó la famosa batalla de “La Coronilla”, el 21 de diciembre de 1866 hace su entrada triunfal a Guadalajara.
Capítulo aparte es hablar de la Batalla de La Coronilla, se llama así porque está en un cerro en el llano de Acatlán con ese nombre y ahí es dónde se llevó a cabo este destacado hecho de armas.
El combate empezó a las 10:15 AM y durante más de 7 horas de lucha constante se concluyó a las 17:30 horas con la derrota total de los franceses e imperialistas, resultando muerto el general en jefe francés de apellido Sayán. Murieron en el campo enemigo 150 combatientes, hubo 312 prisioneros entre ellos los franceses y oficiales; se obtuvo o el enemigo dejó $ 300,000.00 pesos de aquellos tiempos, 71 piezas de artillería, ganado vacuno, mular y gran cantidad de cargas de harina. El general con vida que dio parte se llamó Sere Launaze quien se refirió con términos de alabanzas hacia el coronel Eulogio Parra, por su estrategia, pundonor y porte caballeresco ante el vencido.
La batalla de La Coronilla por su importancia es similar a la Toma de Zacatecas, que hizo Francisco Villa contra el Ejército Federal años después en la Revolución Mexicana, o sea fue el principio del fin de la intervención francesa, fue derrotado el grueso del ejército invasor y de ahí siguió la consecución en el sitio de Querétaro, que todos conocemos.
Por este hecho de armas el coronel Eulogio Parra fue ascendido a general que es el documento que inicia el expediente que se encuentra en el archivo histórico de la SEDENA.
- Ramón Corona tuvo el camino y la vía libre para arribar a Guadalajara, no sin antes verse con el general Eulogio Parra, precisamente en Ixtlán de Buenos Aires (ahora del Río) el 11 de enero de 1867. Luego D. Ramón Corona dispuso que Eulogio Parra se quedara en el estado de Jalisco para cuidar los diferentes frentes, los de Nayarit, apaciguar Colima y pendientes con Zacatecas y Guanajuato. Mientras él avanzaba hasta Querétaro, donde se reunió con Marino Escobedo y derrotaron por fin el 15 de mayo de 1867 al imperio y a sus ilusos. Maximiliano entregó la espada en señal de rendición precisamente a Ramón Corona, de haber asistido Eulogio al sito de Querétaro, posiblemente ante él se hubiera rendido el príncipe austriaco.
Desde con el profesor Guadalupe Sánchez Jaime se inició a rendirle culto y homenaje al general Eulogio Parra, pero han existido administraciones que jamás se acuerdan de conmemorar sus fechas de nacimiento o de defunción. Recuerdo por ejemplo que con el gobernador Julián Gascón Mercado, le pidió a D. Nicho Nolasco hiciera un corrido en honor a Eulogio Parra, y Nicho lo escribió. Recuerdo también que en el trienio de Ramón Parra Ibarra se conmemoró año con año el natalicio del insigne ixtlense. Ojalá y la actual administración y las sucesivas no se olviden del personaje más connotado no solo de Ixtlán si no de Nayarit.
Desde aquí quiero proponer que por acuerdo de Cabildo y luego se avale ante el Congreso del estado, el que se instituya el reconocimiento o medalla “Eulogio Parra” por algún hecho destacado, o para la persona que haga algún aporte ya se cultural, económico, social u otro, pero beneficie a la comunidad ixtleca.
Muchas gracias.
Fin. Ixtlán del Río. Nay. Diciembre de 2003.
Profr. Pablo Torres Sánchez.
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