IXTLÁN DEL RÍO. – Apostado sobre la acera poniente de la plaza principal, el señor Gilberto Ulloa Benítez, manifestó su inconformidad por lo que considera un abuso de autoridad por parte de la Presidencia Municipal; ya que desde hace días la Dirección de Protección Civil delimitó un área mediante unos señalamientos viales para prohibir el estacionarse; y es que es justo allí, dónde él estacionaba su camioneta para vender cocos.Entrevistado por Gerardo González, el comerciante declaró:
“Pusieron la patrulla para que no me pusiera. Vine a vender disque aquí que es mi lugar, pero no pude vender; así que me recorrí para acá y les pedí permiso a los taxistas. Estoy haciendo una huelga de hambre como protesta por el abuso de autoridad”.
– ¿Hasta dónde piensas llegar?, le inquirió el reportero.
“Pues estamos como protesta, te digo. Ojalá y que me dejen. Ojalá y se llegue a un acuerdo, pero bien; cordial, dónde salgamos ganando todos… Si a ellos les interesa aquí estoy”.

Por su parte, el secretario municipal, Jesús Marcio Valdéz, informó en otra entrevista que el expendedor de los cocos está infringiendo varias normatividades; entre ellas el hecho de que su licencia comercial es como “ambulante”; esto es, que debe estar circulando con su mercancía, aunque sea en las proximidades de la plaza.
Además, se supo extra oficialmente que en diciembre pasado Gilberto Ulloa había llegado a un acuerdo dónde estuvieron algunos regidores y el presidente para que se quedara en el lugar dónde vendía sus cocos solo durante el mes de diciembre; pero es el caso que ahora no está respetando el supuesto convenio.
En relación a un amparo promovido hace dos años (en 2015), éste, de acuerdo a documentos que obran en poder de El Regional, se sobreseyó por falta de pruebas.

Lo cierto es que este asunto es de tal trascendencia debido a que a partir de febrero el gobierno municipal prevé contratar a fiscales con discapacidad para ir despejando las zonas que les impiden transitar; pues de acuerdo al plan, se pretende reorganizar a algunos comerciantes para brindarle una mejor imagen urbana a la ciudad, y para ello ya están solicitando la intervención del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), que, como se sabe, respeta mucho la tradición, las costumbres y la historia de cada pueblo; por lo que es muy seguro que solo se les permita estar en el primer cuadro de la ciudad a aquellas personas que por antigüedad, como quienes venden nieves de garrafa o el pollo de “La Picha”, representen la gastronomía típica de la comunidad.
Finalmente, aunque son muchos quienes se solidarizan con el vendedor de cocos para que conserve su lugar (que no su empleo, pues no se les impide trabajar); también hay un gran sector de la comunidad, que aunque no emite su opinión con tanto fervor a través de las redes sociales, se han pronunciado ya, para que se le de un nuevo lugar. Aunque de antemano Gilberto Ulloa ha dicho que en las proximidades del mercado y en otros lugares dónde se le ofrece colocarse, “no le conviene porque no vende”, o para matizar, no vende igual que en la plaza.

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