Unidad y solidaridad marcan el camino hacia el Pueblo Mágico.
AHUACATLÁN.
La travesía de los peregrinos que partieron de Ahuacatlán rumbo a Talpa ha transcurrido sin incidentes, aunque el esfuerzo comienza a pasar factura.
A estas alturas del recorrido, las ampollas y los dolores musculareshan hecho estragos en muchos caminantes, pero el espíritu de unidad y solidaridad los mantiene en marcha.
Lo que distingue a esta peregrinación es la diversidad de sus participantes. No solo hay caminantes, sino también ciclistas, motociclistas e incluso aquellos que viajan en remudas, cada uno con un mismo propósito: llegar a la basílica de Talpa de Allende, en el estado de Jalisco.
El domingo, en su paso por San Sebastián del Oeste, los peregrinos a pie fueron recibidos por las autoridades municipales, quienes les ofrecieron alimentos y un momento de descanso antes de continuar con su viaje. Un gesto que reafirma el espíritu de hermandad que caracteriza esta travesía.

Se espera que antes del amanecer de este martes, los fieles lleguen a su destino, donde también se unirán aquellos que han realizado el trayecto en vehículos propios o autobuses.
Con la llegada a Talpa, culminan cinco días de aventura, esfuerzo y devoción, una prueba de resistencia física y espiritual que, un año más, fortalece los lazos de una comunidad unida por la fe.
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