AFIRMA PABLO ZAVALZA
AHUACATLÁN.- Con una experiencia indiscutible, el taxista Pablo Zavalza admitió que la división que se generó hace alrededor de cinco años al interior del gremio y que dio pie al surgimiento de otra organización, sí afectó a los permisionarios.
“Esto – dijo – no deja de ser perjuicio para unos y otros, porque la verdad estando organizados, estando unidos es mucho mejor. Se trabaja en armonía y el hecho de dividirnos de alguna manera entra la fricción y luego viene la competencia, aunque al final de cuentas el que sale ganando es el usuario”, comentó.
Pablo resaltó que con el incremento en los permisos se resintió una merma en los ingresos, “Pero esto es normal. Ya nos ha ocurrido en otras ocasiones… Se entregan más permisos, nos dividimos el trabajo, hay una baja en las ganancias, pero después se estabiliza la situación”, anotó.
No obstante, reveló que, aunque mínimas, las ganancias al menos alcanzan para comer, “El trabajo de taxista no es para los ambiciosos, ya que si bien es un oficio noble y lleno de satisfacciones, un trabajador del volante puede sacar diariamente, libre de gasolina y de la cuenta, unos 150 o 200 pesos; con eso hay que sortear el día, y hay que saber cómo distribuir el dinero, cada vez más escaso”, indicó.
Añadió que los buenos días o los tiempos de las vacas gordas, son de hecho periodos muy pequeños, “incluso nadie puede hablar de un cuadro de ese talante, pues los taxistas que se les ve por las calles, y que se enredan en una lucha sorda para “ganarse la papa”, no buscan sino salir con un dinero que les permita pasar el día”.
Por otro lado, informó que el costo de “el corte” o “dejada” sigue valiendo 20 pesos; “pero si el usuario se tarda un poquito se le sube otro cinco pesos”, aclaró.
Para finalizar, Pablo Zavalza confesó que la piratería aún no ha desaparecido del todo y que hay algunos dueños de vehículos que realizan esta labor sin contar con el permiso correspondiente y tratando de pasar indiscretos.
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