592.- CRONISTAS
Verlos y escucharlos defender la tierra con tanta vehemencia, es un ejemplo de vida, un mensaje que debo de tomarlo en cuenta en la andadura. Estar como testigo durante dos días, oliendo otros aromas, sintiendo que ondean las banderas y estandartes, trayendo cómo es la piedra, el ladrillo, el árbol y los ancestros cuando narran siglos, apurados por una fecha.
Escuché nombres tan bellos como Cosalá, relatos como la colonia socialista en Topolobampo en el siglo XIX, hombres místicos como Gilberto Owen. Estar pensando mientras ellos exponían, sus lugares, imaginarme la vida cotidiana y ellos como historiadores, cronistas, que caminan en el desamparo y la incomprensión, mientras andan con la historia viva, cargando antorchas, la brillantez de la colectividad, de saber de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos en este mini universo, la región de Sinaloa y Nayarit.
Regreso de Rosamorada con el fuego, encendido el cuerpo y la memoria.
593.- VIBRA
Durante una semana en los medios se invitaba a los mexicanos a la gran marcha para que Trump se diera cuenta que estamos unidos. Los intelectuales de la mesa redonda de Televisa, lo acordaron, sintiéndose como los nuevos héroes de la patria que arropados en la campaña Vibra México, creían que las calles se llenarían de nacionalismo.
Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, la señora Wallace, hasta el rector de la UNAM, estaban urgidos por demostrar músculo social. Se pidió que se fuera de blanco y que no hubiera oradores, se cantaría el himno nacional hasta que se escuchara en la Casa Blanca, en Washington. El domingo llegó y en la Ciudad de México, a duras penas se congregaron quince mil personas.
594.- COLORES
Pido vivir en los colores de tu corazón, en los valles azules con soles verdes, en las soledades amarillas y en la lluvia violeta. Pido vivir en tus ojos de arcoíris así como tu luna multicolor, en el develar negro de tu cabellera, la alegría ámbar, en la necesidad imperiosa de amarte en todos los colores, la gama del amor que me purificas y me contagia tus enormes deseos por vivir y por otorgarme la mía.
595.- MARINA
Escuchaba a Eduardo, de Ixtapa y sus alrededores, volaban mis recuerdos para con doña Santos, la señora María Arias, de Fabiana, de la añorada escuela secundaria 56, y me regresé 34 años, para sentir el agua marina que golpeaba suavemente mi alma como si fuera un arrullo de eternidad.
596.- ORIGEN
Apulco, Sayula, San Gabriel, rivalizan por el origen de Juan Rulfo, buscan dirimir su nacimiento. Rulfo nació en nosotros cuando leímos sus obras cortas pero infinitas. Cuando de adolescente ensimismado recorría sus territorios de depresiones por la ausencia, la lejanía, el abandono.
Rulfo nació y murió triste. Se quedaba quieto por horas y fumando su cigarrillo tratando de entender el laberinto en el que estaba, en los conflictos emocionales y la terrible agonía del paso irremediable del tiempo.
Los vivos y los muertos enredados en la realidad, sueños o pesadillas, tratando de encontrar el sentido, la dirección de los senderos íntimos, las sombras que están junto a nosotros o las luces que son peregrinaciones de veladoras. Su origen, su nacimiento, el documento que acredita está en nosotros mismos, todos somos Rulfo en el Centenario de su nacimiento.
597.- ROSAMORADA
Sentado en una tarde con principios de calor, la plaza solitaria y la banca con sombra. El reloj que servía, marcaba la hora y sus acompañantes minutos. Estuve cavilando que mientras unos felices otros tristes en el péndulo que se mueve constantemente…
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