Cambio en la agricultura regional: del durazno al aguacate como sustento familiar.
JALA.
Tras décadas de ser reconocida por su producción de durazno, la región de la Meseta de Jala enfrenta una crisis que amenaza con extinguir esta tradición agrícola.
La escasez de cosechas, tanto del durazno criollo como del diamante, ha llevado a una situación desalentadora donde el cultivo de este fruto, incluso para consumo propio, se ha vuelto prácticamente inexistente.
En contraste, el cultivo y producción de aguacate han experimentado un crecimiento notable en la región.
Las tierras de la Meseta, sorprendentemente aptas para la variedad Hass de este vegetal, han brindado cosechas abundantes.
Esta transición ha permitido que muchas familias encuentren en el aguacate su principal fuente de sustento.
Los agricultores de aguacate, conocidos como aguacateros, están experimentando un período de prosperidad debido a la demanda constante y el buen rendimiento de sus cultivos.
A diferencia del desafío enfrentado por los productores de durazno en el mercado, los aguacateros encuentran una mayor estabilidad y rentabilidad en sus operaciones.
Este cambio en la agricultura de la Meseta de Jala no solo refleja la adaptabilidad de los agricultores locales, sino también la influencia de factores como el clima y las tendencias del mercado.
Si bien el durazno puede estar desvaneciéndose en esta región, el aguacate emerge como un nuevo pilar económico, brindando esperanza y oportunidades a las comunidades agrícolas locales.
Discussion about this post