IXTLÁN DEL RÍO.
“¿Y esa estatua de quien será?”, inquirió un fulano que, por lo que se deduce, solo estaba de visita en Ixtlán. Su acompañante, una mujer, solamente se limitó a responder, “¡Pos sepa!”.
Ambos se referían al monumento que se erigió en la plaza pública, a escasos cuatro metros de Banamex, siendo este el caso del ilustre general Eulogio Parra.
Fue el vendedor de raspados quien los sacó de dudas; pero la conversación que por casualidad escuchamos dio pie a que escribiéramos sobre este tema, pensando en la controversias que aún existe respecto a si este monumento corresponde o no a la figura de este general ixtleco.
Las controversias no han finalizado. Algunos dicen que no corresponde al famoso militar y brazo derecho del también general Ramón Corona. Otros, en cambio, sostienen que sí es, pero lo cierto es que… quien sabe.
Por allá en el 2004 escribimos algo acerca del asunto; es decir, sobre esta polémica; y decíamos que la estatua de referencia muestra a un hombre con atuendo militar, de boina y botas que casi llegan hasta las rodillas y una marcial camisa similar a las que utilizaban en aquella época los soldados del ejército francés e incluso exhibe una espada en su mano izquierda.
La efigie del general Eulogio Parra fue erigida durante el período del profesor J. Guadalupe Sánchez Jaime; pero dicen que cuando el Ayuntamiento de aquel entonces solicitó a la federación la hechura de este monumento surgió una confusión; todo ello derivado de la urgencia que tenían las autoridades para colocar su estatua en el lugar donde hoy se observa, es decir, en la plaza principal.
Cuentan que un político nayarita estuvo presente cuando enviaron la estatua a Ixtlán; y comentan que los encargados de enviarla no sabían cual era en sí la escultura que correspondía a nuestro querido general. Y así, presionados por las exigencias, mandaron la que a ellos se les antojó; es decir, esta que observamos en la plaza principal.
En torno a todo este embrollo, el profesor J. Guadalupe Sánchez Jaime, en una breve charla que sostuvo con nosotros en las desaparecidas oficinas del Express Regional –justo donde hoy opera Pollos doña Delia– sostuvo que la referida estatua fue esculpida en base a la única imagen que existe sobre el mencionado general ixtleco.
Dijo que la imagen fue obra del escultor Julio Estrada y que la obra fue donada por el entonces gobernador del estado, Rogelio Flores Curiel, con un costo de 120 mil pesos.
Su inauguración, añadió, ocurrió el 12 de septiembre de 1977 con la presencia del ejecutivo del estado y de diversas personalidades del mundo político y del quehacer gubernamental, correspondiéndole al reconocido historiador –oriundo también de Ixtlán–, Enrique Hernández Zavalza, pronunciar el discurso oficial.
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