“PEDRO AYALA”
Profr. Misael de Santiago Velasco
Cabe mencionar cómo algo que los habitantes de Ixtlán entre los años 50 a los 70 conocían a unos indigentes clásicos por su forma y estilo de ser entre ellos a Pedro Ayala conocido como “Pedro Huevos”, oriundo de Cacalután municipio de Ixtlán del Río, indigente que vestía de mezclilla, a veces colar caqui pero primeramente de manta.
Pedro era de familia no con necesidades económicas, pero se separó de ellos para vivir en las calles de Ixtlán, sobre todo en la estación del ferrocarril, cooperativa, mercado, portal y plaza.
A pesar de usar sombrero se dejaba crecer el pelo. Para quitarse la barba o bigote usaba dos monedas y cuando sentía que atrapaba un pelo lo jalaba; así Pedro andaba sin barba y bigotes.
La forma de pedir limosna era muy clásica, decía “¿Te animas a darme un peso, un tostón o un veinte?”. Era muy cordial en su “pedir.”
Una ocasión, Pedro, al cruzar la calle cerca de la cooperativa de autobuses por la Avenida Hidalgo, fue embestido por un carro que manejaba un adolescente. Pedro por los golpes murió.
Fíjense cómo son las cosas: En una administración municipal se ordenó a don Pancho que era el Comandante de Policía que llevaran a Pedro a la cárcel y que lo bañaran y lo pelaran porque ya daba mal aspecto y aparte que se le diera ropa nueva. Nadie dijo nada, las expectativas de esos tiempos no permitían lo que hoy se le denomina los Derechos Humanos; o sea que fueron violados en Pedro esos derechos, pero nadie dijo nada. En ese tiempo no se usaba tanta protección como ahora que con cualquier cosa se denuncia a las autoridades por tales atropellos.
“PONCHITO EL JOROBADITO”
Por el rumbo del mercado viejo era por donde deambulaba Ponchito, un indigente que estaba jorobadito. Las marchantas –o sea las vendedoras de frutas y verduras–, los carniceros, las dueñas de fondas le daban algunos alimentos. Las caneleras de vez en cuando le obsequiaban una canelita, pero sin alcohol.
Era la burla de niños y grandes, un tanto agresivo, pero jamás cometió delito alguno por su defensa cuando lo hostigaban. Lo malo que a veces Ponchito, por la propia necesidad, buscaba algo que comer en los tambos de la basura, lo cual a los visitantes del mercado no les parecía bien, pero ello era motivado por este indigente, dado a que sus facultades mentales no le permitían ser normal.
“MARÍA LA LOCA”
Por la Cooperativa o Terminal de Autobuses y como ayudante de una señora que vendía tacos y tamales, se desarrolló “María la Loca”. Era una señora perdida de sus facultades mentales, muy trabajadora. Su forma de vestir era muy estrafalaria, muy abultada en el pecho por los trapos y papeles que se depositaba cerca de sus “bubis”; señora servicial a quien le trabajaba.
María la loca no era problemática, sólo a quien la perturbaba o la hacía enojar se las veían en serio con ella. Era muy buena para la pedrada. Vivió por la calle Zaragoza detrás de la Terminal de Autobuses.
Por los años 70 murió la María como la conocía la gente del barrio de la Cooperativa entre la Hidalgo, Zaragoza y Colón.
“LA MADRE GEORGIA”
También desgraciadamente por la burla de chicos y grandes vivió en Ixtlán una señora que cayó al vicio del alcohol. Diario por la Calle Real hacía su recorrido, a veces dando espectáculos para la vista de los parroquianos, o sea que no usaba ropa interior. Como consecuencia del alcohol murió, se le decía por mal nombre “Madre Georgia”.
Discussion about this post