- Dice que tuvo que salir por una enfermedad y que quiere volver a trabajar en dónde estaba.
AHUACATLÁN.- Después de dos meses y medio, Genaro Balderas Martínez reaparece sonriente y con los bríos con que siempre se le vio regando el jardín o barriendo las calles del centro de esta ciudad.
Pero además de eso, Naro vuelve a Ahuacatlán más lúcido que antes, explicando los motivos que lo llevaron a salir en busca de su hermana Avelina Balderas para que le ayudara con un problema de salud que lo puso al borde de la muerte.
Fue en Tonalá, Jalisco, dónde Naro fue a refugiarse por una afección en la ingle y el muslo que le causó una infección remitida tras varias semanas en el hospital. Allá fue atendido por sus consanguíneos.
En Ahuacatlán el rumor de su muerte se extendió rápidamente hasta que una sobrina dio informes de su hospitalización. Naro reconoce que se ‘las vio negras’. Sin embargo comenta que siempre pensó en este pueblo que lo acogió como hijo.
De hecho, dice que tiene ganas de seguir trabajando en donde estaba: haciendo el aseo en la plaza principal y barriendo las calles del centro. Empero, indica que desde que llegó – hace una semana – en la presidencia municipal le han dicho que se espere.
De 65 años de edad, Naro dedicó 22 años al servicio público en Ahuacatlán. Desde esta redacción esperamos que su solicitud de reincorporarse en el área dónde estaba tenga éxito.
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