ZONA SUR. – El asesinato de una mujer y su hija de tan solo cuatro años mantiene en jaque a las autoridades ministeriales de Long Beach, California, lugar donde se suscitó este crimen que, según lo reconocen, “será difícil de resolver”.
Los nombres de las víctimas corresponden a los de Karina Mancera y la hija de ésta, Jennabel Anaya, de apenas cuatro años.
Las cadenas televisivas y medios de comunicación más importantes de Estados Unidos, han difundido esta terrible noticia ocurrida en la noche del pasado sábado, en Long Beach, California.
Informan que la familia de Karina y Jennabel es originaria del poblado de Las Guásimas, municipio de San Pedro Lagunillas, pero ambas estaban radicando en California, Estados Unidos desde hace tiempo.
La tragedia ocurrida específicamente en la esquina de las calles 9th y Locust tiene preocupada a la población y a la misma policía.
Richard Conant, subjefe del Departamento de Policía de Long Beach, en entrevista exclusiva para el prestigiado diario La Opinión, de L.A., dijo que sus detectives e investigadores de homicidios están realizando su “mejor esfuerzo” 24 horas del día para dar el asesino de la madre y su hija.

“Este tipo de casos son muy difíciles”, precisó sobre las investigaciones preliminares.
No obstante, descartó cualquier indicio de afiliación pandilleril en el pasado del ahora viudo, Luis Anaya, o de su mujer, para considerar la venganza como un motivo del ataque.
“La noche del sábado – señala el citado rotativo –, Luis, su esposa e hija retornaban del supermercado cuando un desconocido bajó de un automóvil Honda Civic blanco, disparó y huyó.
El pasado lunes al mediodía, Anaya sería interrogado por más de una hora en su hogar, por parte de tres detectives.
Antes, Anaya, trabajador de la construcción en una compañía cercana al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, dijo a La Opinión que él no tiene “enemigos”.
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