JALA.― Sus pies resecos se apoyan en un par de huaraches que dicen todo sobre su condición. Es el caso de Don Manuel Jacobo -un humilde agricultor que habita en el poblado de Jomulco, municipio de Jala-.
Éste labrador, es tan común como los millones de mexicanos que, como él, pueden dar cuenta de la misma realidad, desde sus deterioradas chozas carentes hasta de los enseres básicos.
Hay algo que sin embargo lo está haciendo cambiar: Su miedo. Tiene miedo a ser más pobre; y ya le está ocurriendo.
Don Manuel asegura ser una víctima más de la política equivocada en el ramo de la agricultura implementada por el gobierno federal: Altos precios en los insumos, escasos estímulos económicos, coyotaje y saqueo de parcelas; además de los malos temporales.
Hasta hace una década, Don Manuel sembraba cuando menos cuatro hectáreas de maíz. A partir de ahí ha ido disminuyendo sus cultivos; y ahora apenas sí siembra un “pedazo de tierra” por el rumbo del Molcajete.
Desde hace dos años se le retiró el apoyo que se le otorgaban a través de los programas federales. Sus condiciones se agravan y ya ni siquiera siente ánimos de sembrar su “maicito”; porque, cuando la cosecha es buena se enfrenta a otros dos factores negativos: El Saqueo de parcelas y el coyotaje.
En cuanto al primero de los casos, Don Manuel asegura, con ironía y resignación, que casi siempre, son otros los que “prueban” los elotes que él mismo siembra, antes que su familia.
Afirma que desde en agosto pasado y hasta estos días de fines de septiembre, el saqueo de parcelas está en todo su apogeo. Y cita muchos ejemplos relacionados con las parcelas que se localizan a ambos costados de las carreteras y de los caminos saca cosechas…
Lo peor es que estos ilícitos se extienden también cuando se llega el tiempo de cosechas. Incluso sostiene que son muchos los casos de agricultores que pierden todo su producto luego de que concluyen “las pizcas”; y dice que los rateros aprovechan la noche para sustraer las cosechas utilizando camionetas.
Por otro lado, Don Manuel se queja de que los precios del maíz son irrisorios, lo que hace que sus siembras sean incosteables, además de que son presas del famoso coyotaje, cuya práctica da buenos resultados a quienes se dedican a eso.
En resumidas cuentas, a los agricultores del sur no les está yendo nada bien. Son muchos los factores que propician su hundimiento, como lo es en estos días el saqueo de sus parcelas
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