Bien se conoce que los médicos desde ha mucho ocupan un importante rol dentro de la sociedad, y que en cuestiones políticas están todos bien enterados. ¿Pueden ver estos galenos que, como lo señalan muchos sociólogos, la comunidad puede ser como un organismo vivo al que se le puede estudiar, diagnosticar y recetar?
En Ahuacatlán ha destacado en los últimos días el emblema de un estetoscopio en color azul y naranja que forma una “V”, anteponiéndose a ella la abreviatura correspondiente al título de “doctor”, es decir, “Dr.”. Además, contiene una leyenda que dice “Sí vamos”.
Hasta un niño que tiene los ojos lacrimosos, nariz congestionada con moco, dolor de cabeza y fiebre puede intuir que tiene una gripe. Así de evidente es para muchos esta inscripción que aparece en bardas y calcomanías en alusión a las aspiraciones del doctor Víctor Cervantes para contender por la máxima magistratura dentro del Ayuntamiento de Ahuacatlán.
Como evidente han sido las apariciones caritativas de Gabriel Montero Flores, quien de presentarse como una alternativa independiente dentro del escenario electoral, ahora parece suscribirse al proyecto de MORENA, liderado a nivel estatal por el doctor Miguel Ángel Navarro Quintero y a nivel nacional por Andrés Manuel López Obrador.
¿Y qué decir de esa llamativa “A” que evoca a los “Avengers”? Pero no solo a los superhéroes del cómic estadounidense, sino también a Agustín Godínez Villegas, que a las claras ha hecho muy famoso su pregón por toda la comarca sureña. Su posición como coordinador del ICATEN en esta zona, le ha dado es privilegio que pocos tienen; eso sin contar con las relaciones que ha cultivado con la cúpula priista a nivel estatal.
Más a la zaga, pero sin demeritar en vínculos con el poder está “El Peque”, o para muchos Fabricio Espinoza, hermano del ex secretario general de gobierno, Pepe Espinoza, quien desde la Vanguardia Juvenil Agrarista y con dos frentes políticos a favor (el de Cota Jiménez y el de su propio hermano que está en el mismo proyecto del gobernador Roberto Sandoval) le abonan rumbo a los comicios del 2017.
Pero aquí no hay punto final. Mientras que Víctor Cervantes encabeza una estructura que parece heredar del profesor José de Jesús Bañuelos, “El Pelón” (léase PAN), y al cual se suman cada vez más ciudadanos distinguidos, al menos eso se ve en las publicaciones del propio Cervantes Mojarra; por otro lado, suena una “Campana” desde la misma silla adjunta a la presidencia municipal.
Se trata efectivamente de Juan Manuel Parra, “El Campana”, quien recientemente también acuñó su logotipo a manera de una campana que dice “Ahuacatlán no puede esperar”.
Y de repente, cuando todo parecía quedar en un asunto entre partidos, nuevamente emerge la figura de un hombre crítico e independiente. Ismael Espinoza, quien al menos tiene el conocimiento para arrebatarle votos a quien él lo desee.
Así las cosas, es imposible en este momento ponerle punto final a algo que apenas va comenzando. En estos casos dejaremos que el tiempo esclarezca el panorama; la escisiones y alianzas por venir, las diatribas, panegíricos y demás. Nosotros nos valemos de la ortografía para dejarlo así…
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