
IXTLÁN DEL RÍO.- Sorprendidos y evidentemente indignados quedaron todas aquellas personas que creyeron en las promesas de un hombre extranjero que se hace llamar “Maestro Liborio” quien, con el cuento de que aliviaría penas y males, los timó tras embolsarse una buena suma de dinero para luego desaparecer sin dejar rastro alguno.
El falso curandero eligió a esta ciudad para engañar a los incautos instalándose en un cuartucho que se ubica en la segunda planta de una finca situada en el cruce de las calles Zaragoza y Matamoros, muy cerca del Polideportivo.
En ese lugar colocó un rótulo con la leyenda “Centro Esotérico y Sanación Espiritual” para aprovecharse del dolor, penas y aflicciones de la gente, muchos de ellos provenientes de Ahuacatlán, Jala, Ixtlán del Río y sus alrededores.
Con una habilidad sorprendente, les decía que podía conocer el origen de sus males y su solución, pero que necesitaban una “limpieza espiritual”, al tiempo que les exigía cierta cantidad de dinero, al agrado de sumar muchos miles de pesos. E incluso se sabe que logró convencer a una mujer para que le sacara a crédito algunos aparatos que adquiriría en una conocida tienda departamental de la zona centro.
Algunos de los afectados han estado acudiendo a la Agencia del Ministerio Público a efecto de interponer su denuncia, pero hasta el momento no se sabe más al respecto.
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