Región Sur; junio 27.- (Redacción).- En la antesala de la clausura del ciclo escolar 2010 – 2011, cientos de jóvenes que egresan de los distintos niveles educativos se encuentran inquietos, no sólo porque terminan el año escolar y dejan su escuela, sino, y principalmente, porque tienen que decidir hacia dónde se van.
La ansiedad que tienen los estudiantes deriva por una parte del cambio de situación que experimentarán en un nuevo ambiente escolar, y por otra, porque muchos aún no saben dónde y qué estudiarán.
Y mientras todos se alistan para celebrar pomposas graduaciones, merodea la preocupación de conseguir un buen plantel escolar, una universidad prestigiosa y con buenos maestros; todo, acorde a las posibilidades económicas y el talento que se tenga. Pues como es sabido, aún con el mayor esfuerzo por sobreponerse a las carencias materiales, si no se tiene la capacidad para recibir una instrucción como las que ofrecen las instituciones de mayor prestigio, no hay forma de inscribirse o ser aceptado en una de estas escuelas.
En la región sur las escuelas públicas que atienden el nivel básico – primaria y secundaria – carecen de serias deficiencias. Inclusive se sabe que las telesecundarias han dado mejores resultados. Y es que por mucho tiempo los profesores fueron contratados sin que se les hiciera un riguroso e imparcial examen de aptitud. La mayoría obtuvieron sus puestos por esa perniciosa herencia de plaza que unos a otros se pasaban, o por el repugnante favoritismo y la fétida influencia de los líderes magisteriales.
En el nivel medio superior existe una mala fama entre las preparatorias que pertenecen a la Universidad Autónoma de Nayarit: la irregularidad en las clases, consecuencia de las faltas constantes de los profesores y la laxitud que se tiene para con los alumnos, quienes, si no asisten al curso, tienen muchas opciones de “recuperarse”.
Cosa distinta son las dos unidades académicas que existen en Ixtlán y Ahuacatlán, así como el Instituto Tecnológico del Sur, planteles que pese a enormes carencias, gradualmente han ido mejorando en todo aspecto.
Así las cosas, el principal factor que ahorita prevalece entre los jóvenes es la incertidumbre de elegir una carrera que les llame y decidir dónde quieren cursarla.
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