Profr. Ernesto Parra Flores
¡Una obra de arte ha muerto! Sí, me refiero al mural que pintó nuestro reconocido pintor y escritor ixtlense Manuel Benítez sobre el tema del agua.
El mural se encuentra –sus restos– en el puente del Rio Chiquito, por la avenida Hidalgo, cerca del hospital de la SSA.
En esa obra, Benítez plasmó su filosofía del agua, su importancia para la vida, cómo conservarla y qué nos espera si no la cuidamos.
Era todo un libro de advertencias, profético; muy didáctico. ¿Por qué, entonces lo dejaron morir; o más bien, ayudaron a que muriera en un homicidio tormentoso?
Una obra artística no debe dejarse morir. Se restaura, se le mantiene vivo. Las obras de arte son los hijos de los artistas que los ofrecen al pueblo para su elevación a mejores niveles de cultura.
El cuidado y re-valoración del agua es un de los asuntos principales que se tratan mundialmente. ¡Qué triste se ve el muro blanqueado como las tumbas de los recién sepultados! ¿Veremos renacer otra obra artística? O servirá para anunciar frívolos comerciales enajenantes.
Mí sentido pésame, amigo Benítez. Sé qué sabrás superar muerte tan dolorosa como sufría Picasso al ver quemarse sus dibujos ante la necesidad de calentarse un poco por el frío.
Que de ese dolor ante tu obra desaparecida en ese velo de neblinas, logres desarrollar aún más tu imaginación creadora para que sigas poniendo en alto tu nombre, el de Ixtlán y el de nuestro estado.
Nada debe haber que detenga tus pasos; solo tus propias decisiones serán tu medida. Con mi reconocimiento y un abrazo, siempre tu amigo. Varios amigos me han comentado su malestar ante lo ocurrido con tu mural. Esto me invitó a escribir el presente. Ernesto Parra Flores. Enero de 2011.
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