Francisco Javier Nieves Aguilar
El contraste en los rostros. La felicidad en unos, la tristeza en otros y en los más, resignación. La derrota del PRI en Ahuacatlán, dolió, ¡Y dolió mucho! Y lo mismo ocurrió con el PRD, en Ixtlán. Muchos de sus seguidores ni siquiera tuvieron ánimos de salir a la calle. Vaya, a muchos hasta se les disipó el apetito. “Ya ni llorar es bueno”, dijo un connotado militante del partido del sol azteca, ayer, mientras se resguardaba de un árbol.
Mientras tanto, en las oficinas del PAN de Jala, los seguidores de Marco Antonio Cambero se hallaban felices, optimistas, alegres por el triunfo; “Valió la pena el esfuerzo”, comentó uno de sus operadores políticos. En la sede del PRI otro era el ambiente; pocos comentarios, si acaso el saludo de rigor: “¡Quiubo Nieves!, ¿Cómo estás?
José de Jesús – El Pelón – Bañuelos, candidato electo a la presidencia municipal de Ahuacatlán desde muy temprano empezó a recibir “la visita” de aquellos que acudieron a felicitarlo. “Borrón y cuenta nueva; no hay resentimientos contra nadie”, le habría dicho a Pedro. Pero lamentaron la derrota de doña Martha y de Miguelito Partida.
Mario Machaen se vio tranquilo, sereno; pero esa serenidad no se pudo reflejar en sus seguidores, quienes aún mantenían la esperanza de revocar los resultados a través de las impugnaciones. “Vamos a mostrar las irregularidades a la fiscalía”, comentaban con aflicción.
En Ixtlán lo mismo. El desconsuelo de los militantes del PRI y del PRD era más que evidente, fácilmente perceptible. Enmudecieron de pronto. “Pero ya nos veremos las caras dentro de tres años”, recalcó desafiante Melesio, quien había puesto todas sus esperanzas en los candidatos del PRD.
Salvador – El Chato – Muñoz, ganador panista, también exhibió un rostro de contrastes. Alegría por haber logrado la victoria junto con su compañero de fórmula, Carlos Jaime Nolasco, pero al mismo tiempo tristeza por la derrota de la señora Martha Elena García.
“¡Qué chinga nos arrimaron!”, señaló ayer Tomás, amigo nuestro de hace muchos años, quien, por su parte, había cifrado sus esperanzas en la señora Luz Margarita, “Cuando la mayoría habla a través del voto, lo mejor es guardar silencio”, dijo atribulado.
Pasadas las angustias, los calambres, exorcizados los conflictos y tragedias se presenta esta amplia gama de emociones, emociones de contraste; de felicidad y sobresaltos, de tristeza y de alegría en todos aquellos que vivieron con pasión la jornada electoral del pasado domingo 03 de julio.
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