JALA.- Con su impecable vestido en color blanco, su hermoso y divino rostro, extendiendo sus brazos como para proteger a sus fieles, la imagen de la Virgen de la Asunción “se paseó” por las afebriles calles de este Pueblo Mágico para anunciar el advenimiento de sus fiestas Patronales.
A este ancestral recorrido religioso es denominado simplemente como “La Entrada”, por ser justamente el preámbulo del inicio del novenario, en honor de la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción.
Año tras año, cada cinco de agosto, la comunidad católica suele concentrarse en la Basílica Lateranense, para participar en una especie de peregrinación llevando por delante el estandarte de la Virgen – una réplica en pequeño – en medio de una contagiosa algarabía de chicos y grandes.
Y no fueron 20, ni 30 o 50, sino cientos de personas las que este miércoles se sumaron a la celebración de “La Segunda Entrada” de la Virgen, con música y todo, la alegría desbordante por la víspera de su novenario; esto es hablando de la fiesta religiosa cuyo punto culminante es el 15 de agosto.
Entonando alabanzas, orando ante la imagen de la virgen, la procesión inició su recorrido a eso de las nueve de la mañana para de ahí encaminarse por las principales calles de la ciudad.

Como ha sido la costumbre, el contingente detuvo su marcha en varias ocasiones para introducir la imagen a algunos hogares; y durante el trayecto se estuvieron repartiendo aguas frescas, bolis, paletas, helados y una que otra fritanga, situación que fue aprovechada mayormente por los niños.
A eso de las dos de la tarde la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de la Asunción arribó a la finca propiedad de la familia Cortés Ramón, donde se ofreció una comida a los feligreses, culminando de esta forma el recorrido, en una de las tradiciones más ricas de este singular pueblo de Jala.
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