- Los lectores están hastiados de la información política que aparece en la prensa. Bethy Arvizu, jefa de Distribución del Express Regional, nos habla de cómo los suscriptores son más exigentes en este sentido, de los años mozos de El Regional, y de los afectos que le profesan a nuestro director, Francisco J. Nieves.
Un día abrazador en la pequeña ciudad de Ixtlán. La mañana comienza bien. Se reparte el periódico a quienes aún gustan de leerlo en la edición impresa, que, aunque menos, son fieles y rigurosos en su estudio. Además, nos damos por bien servidos sabiendo que nuestros lectores en Internet es ingente.
En la oficina hay pocas novedades. El aseo de rutina, los abogados que piden la publicación de un edicto, la integración del ejemplar del día a la “bandera” del mes, y practicar un poco en ese armatoste llamado computadora.
En ratos el calor adormece, sofocante; pero gracias a la fascinación que tengo por leer, y que heredé de mi esposo, hago del tiempo más llevadero repasando las publicaciones de años atrás cuando radicaba en Estados Unidos.
Permítanme, acá entre nos, decirles que encuentro más interesantes las noticias de antaño, cuando no vivía en este hermoso pueblo. Y es que la información era más diversa, sin tanto sesgo partidista.
Cuando reparto el periódico, muchos suscriptores me han llegado a decir que ya no publiquemos de tanta política; “ya estamos hartos”, comentan. Tal vez sea eso lo que me atrae de El Regional de los primeros años (1993-1997). Créanme que los entiendo, porque son pocos los que lo compran para enterarse de algún asunto político. La mayor parte lo adquiere por los artículos que escribe el director de esta oficina.
Puedo decir, con seguridad, que el periódico ha sobrevivido gracias a lo que escribe el señor Nieves. Decirlo yo no tendría mérito, pues también devengo un sueldo de esta sucursal, pero son muchísimas personas la que me expresan su sentir. Le mandan saludos a mi patrón, y refieren que sólo lo compran por lo que él escribe.
En fin que para todo hay gustos y se respetan comentarios, sean positivos o negativos. Afortunadamente poco a poco se van recuperando clientes que vuelven a pagar por leer el periódico, aun cuando el sol siga sofocante y no tenga piedad de esta expendedora. Seguiré entregando a tiempo, con o sin Internet. ¡Aún hay lectores pa’ rato!
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