Fiestas de Méxpan, ¡esplendorosas!

MÉXPAN

Entre la misa de alba, la peregrinación de los hijos ausentes, la mojiganga, el jaripeo que ya por la tarde se efectuó en el corral de toros y el baile que se realizó en la cancha techada de usos múltiples, los habitantes de este hermoso pueblo –productor de las pitayas más ricas del mundo– pusieron punto final a sus fiestas patronales que año tras año celebran en honor a San Juan Bautista.

En camionetas pick up o de redilas, autos sedán o autobús; a pie o a caballo, en moto o en bicicleta. El medio fue lo de menos. Lo más importante era sumirse a la fiesta a como diera lugar. Sentarse en las bancas de concreto, ahí, bajo los árboles que circundan la plazuela; frente al templo, disfrutando de un tejuino o raspado de frutas naturales, o saboreando también los deliciosos antojitos preparados bajo los secretos de nuestros ancestros.

No fue un día cualquiera para los habitantes de Méxpan. Fue día de fiesta, de jaripeo, de baile, de pachanga y de muchas otras cosas más. 

Lunes, día no muy apropiado, ¡pero al fin 24 de junio!, ¡Día de San Juan!, la fecha más importante para quienes tienen la fortuna de habitar en este pequeño rinconcito del estado de Nayarit.

Cientos de personas, quizás miles, fueron las que acudieron ayer a este singular pueblecillo que se encuentra enclavado en la planicie de Ixtlán, donde la naturaleza se extiende como un abanico en medio de su cielo azul y el canto de sus aves.

Desde La Ciénega y Zoatlán, Jala y Ahuacatlán, lo mismo que de Los Ranchos y de la cabecera municipal. se desplazaron hasta este lugar para participar de la algarabía de su fiesta.

Las autoridades municipales tampoco se quedaron atrás, acudiendo como invitados especiales y en agradecimiento por el cúmulo de apoyos recibidos.

Por la tarde tuvo lugar el tradicional jaripeo, en el “corral de toros”, con perchas y jinetes de renombre. La espumante cerveza no podía faltar. Este año, Tláloc se escondió. No llovió y apenas sí se observaron unas pequeñas nubecillas en el espacio.

 Con todo y todo los mexpeños alegres disfrutaron de sus fiestas…fiestas tradicionales; día de “pachanga”, de “cotorreo”, de diversión y esparcimiento. Fiestas al más puro estilo campirano, ¡Día de San Juan!