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Wayne, de 35 años, habla con las manos, le encanta reírse y en su cuerpo porta tatuajes distintos, en uno de sus hombros es una telaraña con su araña a un lado; en el revés de su mano una pequeña tijera y los brazos otros tantos, para finalizar en sus largas y morenas piernas. Un pelo a medio rapar por un lado y doble arete. Kani se viste de amarillo y usa chancletas cómodas y es tranquilo su mundo gira aparente despacio.
Son de Madrid y pasan en estos momentos por la ciudad. Pensaban pernoctar en Tequila, pero les gustó quedarse aquí una noche más. Se trasladan en una camper, que es su casa rodante. Wayne fue trabajadora social, antropología, y confiesa que se tornaba difícil por la sensible que es laborar y tratar con humanos. Sus ingresos los obtiene trabajando en los campos de Burdeos, Francia, en la recolección de uva. “Como no necesito tantos ingresos porque tengo mi casa rodante, lo que obtengo me resulta bueno para vivir y viajar”.
La situación inquilina es tan complicada que cientos de miles de españoles perdieron sus casas ante la crisis económica y por insolvencia ante los bancos que se quedó este monstruo con sus propiedades y hubo casos de suicidio ante la deuda. Dice Wayne que también se va a París a la temporada del Champagne y gana bastante porque se paga bien, pero hay veces que le da “la morrilla”, nostalgia para nosotros, por ver a sus padres y hermanos.
Una amiga la invita a Vancouver y sin que le dé flojera, rauda acepta la invitación para recoger cereza en otra granja. Gana mucho porque es rápida, noto que es hiperactiva y sigo siendo testigo de sus movimientos y me contagia. Se traslada a Humboldt California y de allí quiere visitar a una amiga que vive en la Ciudad de México. Le gusta ayudar a los animales ya que “los humanos son una plaga”, tiene una perrita en Madrid que la espera tiernamente.
Cuando ve un animal herido, lo cura y lo esteriliza y lo entrega a alguna organización protectora o quien lo quiera. Aquí noto su sensibilidad y se torna seria. Se considera anarquista porque le cansa tanta asamblea, reuniones sin sentido y que el ser humano debe ser bueno en cada momento y cada acto de su vida. Le gusta la agrupación Podemos porque nace de las necesidades aunque no comparte tanto el perfil de su dirigente Pablo Iglesias.
A la pregunta de que nos cuente lo bueno y malo de Madrid, rápido se suelta su diversidad y me dice de la caña y la tapa, ante mi asombro por lo de la caña, explica a detalle que es como un pequeño vaso que se le sirve cerveza espumosa. La tapa es un pedazo de pan abierto con algún ingrediente como el jamón serrano. Lo que le molesta de su Madrid es que hay represión y las grandes ciudades no le gustan. Se siente libre fuera del horror y cadenas del dinero cuando disfruta de la música Tecno, asistir a los Rave al aire libre y una fiesta sin consumismo.
Le encantó cuando se internó por Tijuana, “cultura por todas partes que me pareció formidable, ya que es la entrada a este país que me gusta porque la gente conversa y es cálida. En Noruega nadie se habla”. Lo que no le gusta de nuestro país es el machismo y que no hay equidad de género.
Sigo con Kani. 26 años, pequeños tatuajes, un arete en la nariz y dobles en la oreja. Lo noto frágil y tiene un ralo bigote, pero es de corazón sereno y de ideas profundas. Conoció a Wayne en Toulouse, Francia y que desde ese momento se hicieron amigos. También estudió para trabajador social y que estuvo por varios empleos como hacer encuestas por la calle, estar en las esquinas de los semáforos haciendo malabares; en el colegio por dos años; asistente personal para los de habilidades diferentes.
A sus 18 años se fue de la casa de sus padres y realizó un viaje en velero a Brasil que duró tres meses la travesía: “sentí mareos durante una semana que creí morirme”. Estuvo seis meses en ese gigantesco país que lo que más le gustó fue la isla Fernanda La Reina, “las ciudades grandes son iguales”. De regreso a Madrid participó en colectivos feministas, movimiento por la vivienda porque el banco es el dueño de la casa y es absurdo que se siga pagando cuando te quitan la propiedad.
Obtuvo la beca para estudiar en Francia una maestría de género y política social. No le gustó porque no cree en instituciones. Siente rabia por lo que le pasa a la gente que se han aprovechado líderes de Podemos que los utilizan, pero puede ser bueno porque conoce líderes que están preparados para que se rompa la hegemonía del franquismo que sigue vivo en los partidos tradicionales.
Le pregunto por Pablo Iglesias y me contesta que es un macho y le sigo “¿es bueno o malo esa palabra en España?” “es misógino” contesta. También se embarcó a las aventuras de venir a América del Norte, pero fue su culpa ya que le presentó a Wayne cuando se tomaban juntos y plácidamente unas cervezas una guía de California.
Tijuana “es una punto clave donde explota lo peor del capitalismo, migrantes que no van ni vienen; las drogas, el alcohol, sexo, violencia. Una situación sin esperanzas, llena de contrastes”. Casi termino y es tentador preguntarle lo que piensa de México. “es diverso, mucha represión, Estado militarizado, movimientos de resistencias”.
Los planes es quedarse hasta enero y piensan instalarse en Coyoacán, conocer Tulum y Colombia y Ecuador. Ya después el regreso a Madrid. Les digo que los envidio porque ven la fecha del calendario y parten al lugar que desean. Nosotros estamos más estructurados de miedos y de falta de dinero. Sonríen. Lo último y al unísono: “fue un placer”.
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