AHUACATLÁN.- Deudas, abusos y falta de clientes afectan a los trabajadores del volante de esta cabecera municipal, quienes señalan que desde hace varios años la actividad dejó de ser productiva y hay días que no tienen un solo cliente.
Desde hace varias décadas, opera el sitio del parque Morelos, exactamente frente al Templo Parroquial de San Francisco de Asís; algunos de los taxistas han heredado el trabajo de sus padres, quienes de este oficio les dieron sustento en su niñez y parte de su juventud. Pero también existe otra agrupación y eso hace que haya una merma en los ingresos de unos y otros.
En total hay alrededor de 20 taxis, de los cuales en la plaza principal, frente a la iglesia, hacen sitio ocho, en espera de que la suerte los acompañe y puedan tener clientes. Pero lo mismo ocurre con los tres o cuatro taxis que tienen su sitio en la plaza P. Sánchez y frente a la tienda de Maribel Ibarra. A veces les va bien, otras regular y en ocasiones no tienen pasaje.
Otros acostumbran hacer guardia en el crucero de la carretera internacional, pero no siempre abunda la clientela, “pues ahora ya hay muchos carros particulares, además de que las Ollas se llevan todo”, dice uno de ellos, refiriéndose a los autobuses que operan en la región, propiedad de la familia Jacobo.
El empleado, quien encarecidamente nos pidió omitiéramos su nombre para no ser escarnio de sus compañeros del volante, platicó que en promedio gana 250 pesos, de los cuales a él le quedan de entre 120 y 160, pues el resto se lo entrega a su patrón, quien a su vez aporta para reparación de fallas mecánicas y gastos especiales.
El refrendo de estos vehículos de transporte público es también un más costoso que los particulares, por lo que la mayoría de los taxistas de Ahuacatlán a veces se ven obligados a pedir prestado, empeñar o ahorrar para pagarlo.
Hasta hace algunos este oficio era un buen negocio, ya que mucha gente que venía de las rancherías a comprar víveres o hacer negocios a esta ciudad contrataba los servicios de los taxistas, que con estas salidas obtenían buenos ingresos.
Por otro lado, comenta que es un constante pleito con la gente que se estaciona en la zona donde ellos trabajan, a pesar de los señalamientos. Por tal motivo, hacen el llamado general a que se respete su trabajo en todos los términos, incluyendo su principal zona de acción.
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