Los nuevos alcaldes del sur enfrentan un desafío ambiental urgente.
ZONA SUR.
La exclamación fue contundente: «El Tempisque, ya no es un relleno sanitario, ¡es un basurero!». Esta afirmación se escuchó durante el reciente encuentro entre los presidentes electos del sur de Nayarit: Toño Cambero, Memo Ramírez y Manolo Andalón, de Jala, Ixtlán y Ahuacatlán, respectivamente.
El relleno sanitario de El Tempisque, que recibe los desechos de estos tres municipios, ha dejado de cumplir su función desde hace años, convirtiéndose en un grave problema ambiental.
El deterioro de sus instalaciones, sumado al descuido de las administraciones municipales en turno, ha provocado que el área de lixiviados dejara de operar, lo que ha derivado en que la basura se acumule al aire libre, sin el manejo adecuado.
El resultado es un enorme foco de contaminación, agravado por el riesgo constante de incendios que, aunque disminuye en temporada de lluvias, sigue siendo un peligro latente.
El desafío para los alcaldes entrantes, que tomarán posesión el próximo 17 de septiembre, es enorme. Tendrán que buscar soluciones urgentes para resolver el problema de El Tempisque y frenar el deterioro ambiental que afecta a sus municipios.
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