El mayor anhelo (I parte)

¿Será o no será? ¡Es tu reflexión!

¿Qué tal Amigas y Amigos? Hoy los invito a reflexionar juntos sobre los Anhelos que cada uno de nosotros puede tener. Te has hecho alguna vez ésta pregunta? Pues hazla, vamos y sé que obtendrás muchas respuestas que te ayudarán en éstos cuatro artículos, mismos que será interesante compartirlos, ¡Acompáñenme!

Algunas respuestas del ser humano son:

• “El Anhelo de vivir, de ser Feliz, de hacer lo que nos gusta, de tener salud, de amar, de disfrutar cada momento, de compartir, entre otras cosas más”.

Uno de los Anhelos más común es: ¡Quiero vivir! Ese es el clamor de cada corazón humano. Porque no sólo lo expresa el adolescente en busca de emancipación, el soldado que pelea al frente de la batalla o el enfermo que procura su recuperación….Es decir todo hombre o mujer ansía vivir en plenitud, con gozo, éxito y tranquilidad. ¿Pero es siempre es posible hacerlo realidad?

Aunque la vida moderna parezca proporcionarnos más angustias que alegrías, ésta es sin embargo la hora de vivir nuestros anhelos, de aferrarnos a ellos con las virtudes más importantes del ser humano: La Fe, la Esperanza y la Fortaleza, que son factores poderosos para renovar el espíritu y así saciar las apetencias más íntimas del alma. Con ésta premisa en nuestra mente y las ansias de vivir podremos lograr los mejores anhelos.

• “Si queremos lograr el anhelo de vivir intensamente debemos alejar de nosotros los recuerdos , de penas y de quebrantos porque sólo ahondamos en nuestra melancolía” 

• “En una vida útil siempre hay demasiado que hacer como para perder tiempo en estériles lamentos” 

• “El que se detiene en las sombras de la vida, jamás conocerá la luz de la alegría ni de la esperanza de lograr sus máximos anhelos”

Hay tantas actividades, tantas cosas que hacer, y tantas oportunidades que la vida nos ofrece y fijar nuestra atención a nuestros alrededor, nuestro entorno, nuestra comunidad, en nuestro trabajo, nuestra sociedad, hay tanto bien que hay que hacer en el mundo, y hay tanto dolor que aliviar en nosotros mismos y en el prójimo, y solamente ocupamos de mayor fortaleza para aliviarnos y vivir intensamente.

Gracias por acompañarme en éste viaje de reflexión, continuamos en la próxima semana, espero cono siempre tus comentarios a ni Facebook: Liliana Hernandez. Dios los bendiga siempre.