ZONA SUR. – Desde el barroco del palacio, en la noche templada, los presidentes municipales de Ahuacatlán, Jala e Ixtlán del Río, gritaron “¡Viva México!”. Los “vivas” de la Independencia, a los héroes que nos dieron patria, pronunciadas ahora en medio de las diversidades políticas.
Los ciudadanos, con gran fervor cívico acudieron gustosos a presenciar el tradicional “Grito”, en tanto que las distintas escuelas respondieron al llamado de las autoridades para participar en el desfile del 16 de septiembre, jueves por la noche y mañana de viernes.
Caso especial el de Ixtlán del Río, pues además de festejar el 206 aniversario del inicio de la Independencia, el pueblo se volcó a las calles, a divertirse, a gozar de estas fiestas.
Parecía que el factor tiempo opacaría un tanto el festejo; pero no, solo fue un susto; y aún a pesar de la austeridad que enfrentan los alcaldes en sus respectivos municipios, la fiesta cívica no deslució en lo más mínimo; al contrario, parece ser que se le inyectó más pólvora… como la pólvora que se derramó con los fuegos pirotécnicos en Ahuacatlán, en un hermosos espectáculo de fuegos artificiales.
La otra gran novedad en esta otra localidad fue la presentación de cuatro grupos folclóricos provenientes de El Salvador, Perú, El Ecuador y Argentina, además de la regia actuación de “los de casa” que presentaron un hermosa estampa dancística de mucho colorido, para luego dar paso a la marcha de los hachones prendidos en la que participaron el presidente municipal Chuyín Bernal, Sindico, Regidores y funcionarios.
En Ixtlán, el sonido de las numerosas bandas que colmó la vasta Avenida Hidalgo, cerrada a la circulación para la comodidad de los Ixtlenses, golpearon los muros del Palacio, donde se encontraba el presidente municipal Pepe Alvarado, quien vitoreó a los héroes de nuestra independencia.
El primer edil de Jala, Mario Villarreal, en tanto, ofreció una noche mexicana a la concurrencia. Luego subió al balcón de la presidencia para pronunciar el Grito.
Miles de personas se observaron durante la noche del 15 y la mañana del 16. Los portales de los tres edificios municipales, así como las principales calles, fueron adornadas como siempre, es decir, con ornamentos patrios. Abajo, los acordes de las bandas de guerra y música, acompañaron el paso de las escuelas. Cuadros repetitivos de uniformidad y disciplina.
Tras el desfile, en cada cabecera municipal se efectuaron competencias deportivas, para concluir con el palo encebado.
Discussion about this post