Una serie de elementos propician que los estados de ánimo en nosotros los humanos se vean afectados menguando la salud y tengamos que acudir unos al ISSSTE, otros al IMSS, al Seguro Popular o con el Dr. Simi; y claro, quienes tienen nivel económico diferente, pues a la atención en hospitales particulares, que por cada día de estancia cobran más que los hoteles de cinco estrellas.
Una persona más que se suicida y esto es preocupante. Por lo menos yo en lo personal así lo veo ya que desde el año pasado se han incrementado estos hechos.
En estos primeros meses van 19 personas que se quitan la vida. Es verdad que a nivel país el porcentaje es muy alto. Pero en nuestro estado ¿qué medidas se implementan para que esto no siga en ascenso?
De instrumentarse algunos programas de prevención tendríamos que estar involucrados padres de familia, religiones, profesores, la asistencia social. Psicólogos hay muchos. De las universidades egresa personal capacitado en esta especialidad y muchos se emplean en actividades diferentes a la que están debidamente preparados.
Vemos en los medios de información que alguien se ha suicidado y sólo hacemos conjeturas: Que fue por celos, que porque lo regañaron en su casa, que por el uso de estupefacciones, que tenía enfermedad incurable, que fue débil. Y luego lo etiquetamos como cobarde y un sin fin de conclusiones sin conocer lo que orilla a las persona a tomar la determinación de “escapar por la puerta falsa”.
Quien se suicida ni es cobarde ni es débil. Un cúmulo de factores que lo acorralaron lo orillaron a caer en la depresión y con esto se bloquea alguna parte del cerebro y toma esa lamentable determinación.
En mi mente no puedo descartar que algunos jóvenes reciban quizás amenazas, aunque estemos viviendo cierta tranquilidad en el aspecto de seguridad.
Los criminales sin duda existen, estarán atrincherados y podrían hacer de las suyas. El Bullying puede ser otro factor determinante; la falta de oportunidades ya sea para el estudio o el trabajo, quien se deprime porque le amputaron algún miembro de su organismo como fue el caso de suicida numero 19. El sector salud que realiza estas cirugías debería complementar la terapia con atención psicológica familiar.
En esta ámbito, el de salud, es lamentable el trato que en ocasiones dan a las personas inscritas en el Seguro Popular, institución que fue creada sin infraestructura propia, ya que los hospitales de los servicios de salud, con sus instalaciones, equipos y personal capacitado que no ha crecido como debiera, son los que proporcionan la atención a los asegurados, que para ellos, médicos y enfermeras, vino a aumentar considerablemente el volumen de trabajo.
Por ese incremento de personas enfermas que acuden, hay algunas deficiencias que van en demérito en atención a sus males; sobre todo los pacientes foráneos que tienen qué asistir al hospital general a recibir atención médica de alguna especialidad y se encuentran con que el especialista no asiste y se les da nueva cita, regresándose a su lugar de residencia sin recibir la atención requerida, habiendo hecho gastos de transporte, alimentos etc., inclusive vienen acompañados por un familiar. Así que el gasto es doble.
Y como muestra un botón: Mi cuñado y mi hermana viven en Ixtlán. Hace más de un año a él le amputaron las dos piernas, así que siendo el proveedor del gasto familiar la economía se vino abajo. Ahora sólo reciben la pensión bimestral que establece el programa de 65 años y más. Ellos vienen al hospital general a cita médica con el cardiólogo. De las tres últimas citas, las dos primeras han sido atendidas por médicos pasantes porque el especialista por algunas razones no se presenta, pero por lo menos se lleva medicamento.
La última cita de hace tres semanas, pasaron casi todo el día en el hospital y el médico no llegó, ni los pasantes estaban. Por la tarde, la enfermera avisó a los enfermos citados que el cardiólogo no asistiría y les indicó nueva cita.
El reclamo en general no se hizo esperar, pues todo el día para nada; pero no los vieron ni los escucharon. Mi cuñado, por su discapacidad tiene qué pagar taxi; y cuando son atendidos – aunque sea por los pasantes – se desocupan pronto y regresan a Ixtlán.
El taxista les cobra 500 pesos; pero en esta ocasión, por haberse tardado más tiempo el cobro fue de 850 pesos. A eso tuvieron qué agregarle 200 pesos por los alimentos. Allí se fue la pensión del bimestre.
Es incomprensible. Afortunadamente existe el proyecto de establecer en Ahuacatlán el modelo de TeleSalud. Con ello los enfermos que requieren atención médica de un especialista evitarían el traslado a Tepic. Si esto se hace tal vez llegué a cubrir todos los municipios.
Por la carencia de espacios para enfermos que acuden a Urgencias o cuando requieren hospitalización, es lamentable ver a los enfermos sufrir sus dolencias y sin la atención que merecen y preocupa la época en que el dengue hace de las suyas y la amenaza de otra enfermedad, la chikungunya.
Actualmente se investiga el caso de dos personas que fallecieron en el Hospital General cuando esperaban recibir atención médica. Es lamentable. En el ISSSTE y el Seguro Social no cantan mal las rancheras.
Y somos testigos también del deambular por nuestra ciudad de personas indigentes. Algunas con problemas mentales. La plaza Mololoa es un foco de infección con el asentamiento humano de los indígenas, que se dice ya sufren de sarna. Y qué decir de nuestro agonizante Río Mololoa, pese a que uno de esos partidos políticos presume que aprobaron leyes para que el que contamine, pague. Pura demagogia.
Los slogans de los partidos políticos también son causa de contaminación mental. No soy puritano. Me gusta el albur. Los modismos es algo que nos caracteriza a los mexicanos y lo expresamos en ciertos momentos y espacios; pero que los expresen los partidos políticos que se están gastando un buen billete que sale de nuestras aportaciones vía impuestos, en su afán de hacerse notar y parecer simpáticos con expresiones que dejan mucho que desear, cuando podrían utilizar vocablos sencillos sin llegar a lo entupido.
Los partidos políticos – entre ellos los rémoras – tienen el cerebro trepanado. En los slogans una dama dice ufana: “LAS MADRES SOLTERAS NOS PARTEMOS LA MADRE”. Un joven indica que es de ese partido A GÜEVO y sabemos que cuando hacemos esa expresión es que estamos allí por la fuerza, porque algo o alguien nos obliga, que no estamos conformes, sin convicción.
En el seno de una familia de la clase media (ya casi no hay), el hijo, un joven se queja de que no le dan trabajo dizque porque le piden que sepa computación e inglés y expresa, “nadie me enseña”.
Esas carreras son técnicas y hay instituciones que hasta gratuitas las imparten. De verdad, si los partidos hacen esos anuncios, ¿qué será cuando lancen los candidatos?… Tal vez algunos querrán emular al Layín. Otros sin duda serán como los coralillos, de todos los colores, pues los hay que cuando se aproximan los procesos electorales, cambian de piel, no importa el color.
Pero al fin y al cabo, quienes lleguen lo harán con el compromi$o de acatar la línea que les dicten; del electorado se olvidan. Al fin y al cabo el país ya se está diluyendo.
Y para acabarla de ingar, salta al ruedo uno de los peores presidentes que ha dirigido al país – los buenos se cuentan con algunos dedos de una sola mano -, me refiero a Vicente Fox de Sahagún, quien aconseja a los padres de los 43 hijos desaparecidos en Ayotzinapan, que dejen atrás su dolor y sigan adelante. Eso encabrona; me prendió de nuevo la migraña. Siempre ha dicho barbaridades. Nunca podrán sanar las heridas que deja la desaparición de un ser querido, en ocasiones ni siquiera se pueden cerrar los ojos por las noches.
Podría aligerarse la carga del dolor cuando la autoridad, cumpliendo con su responsabilidad de investigación, dé resultados certeros; pero salen con bateas de babas que luego quieren que se les crean. Todo esto lastima, enferma y hay que recurrir a los fármacos. escanio7@hotmail.com.
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