JALA
El Señor de Acatique esta vez se quedará en casa; es decir, allá en El Ciruelo. No habrá romería, ni tamales, menudo, ni atole. Tampoco se escuchará el sonido de los cohetes como se acostumbra cada Miércoles de Semana Santa.
La tradición se rompe de tajo debido a las contingencias del coronavirus; pero seguramente solo será por este año; aunque la grey católica de este Pueblo Mágico extrañará la celebración y en lugar de recibir la imagen sangrante de Cristo envuelta en paños, seguirán cumpliendo con la cuarentena para no exponerse al contagio del COVID-19.
Para este 2020 no se organizó ninguna comitiva para “bajar” al Señor de Acatique desde aquella apartada comunidad que se sitúa sobre al margen izquierda del Río Lerma-Santiago.
De haber sido como otros años, la comunidad católica lo hubiera recibido al pie del cerro de Taqueixta; pero el nocivo coronavirus hizo que todo esto se viniera abajo; de tal forma que no habrá tal recepción, ni música ni nada.
Discussion about this post