AHUACATLÁN.― El toro castaño mueve sus pies hacia atrás rascando la tierra. Lo hace una, dos y más veces al tiempo que agacha y levanta la cabeza amenazando con embestir. Atrás permanece estático otro astado; de pelaje negro éste. Ambos ejemplares fueron encerrados en el corral más pequeño, a cuatro metros del área de desembarque.
En la otra corraleta se avista a los otros cuatro toros: dos negros bragados y dos cárdenos. Todos provenientes de la ganadería de Fermín Rivera. Buena presencia de los seis cornúpetas. No se percibe el mal olor en este lote de astado. Ninguno se ve mal comido y todos tienen un peso promedio de 500 kilos. El 93, 94, 95 y 99 serán para los diestros Fabián Barba y Joselito Adame; los otros dos para el rejoneador Santiago Zendejas.
El encierro de Fermín Rivera llegó a la plaza de toros “El Recuerdo” a eso de la una y media de la madrugada. Durante el desembarque no se registró ningún incidente. Los seis astados reposan ya en las corraletas de este coso que se construyó en 1958 a instancias del entonces gobernador Francisco García Montero.
Pero la empresa, junto con las autoridades municipales y el Comité de la Feria, para garantizar el espectáculo de este jueves 04 de octubre decidieron traer dos toros de reserva y los cuales permanecen aún en el camión; esto es con el fin de evitar percances entre los propios animales.
Adán Toalá, el responsable del área de toros, pide quietud y calma para no alterar a los toros. “Andan estresados. No se acerquen; pueden rematar en un muro y quebrarse algún cuerno”.
El encierro de Fermín Rivera –se insiste- luce excelente; “¡Estos sin son toros!”, exclama alguien. Y efectivamente, los seis astados se ven imponentes, de casta. Listos para la corrida de este jueves 04 de octubre. ¡Corrida de aniversario!, por los 60 años de construcción de esta plaza. ¡Aja toro!
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