Con fervor y devoción, los fieles recorrieron la ciudad para orar por la sanación de los enfermos en honor al Patrono del pueblo.
AHUACATLÁN.
Después de experimentar momentos de preocupación y susto debido al paso del huracán «Lidia», la comunidad católica de Ahuacatlán celebró ayer con gran devoción «La Octava de San Francisco«.
Esta tradición, que ha perdurado a lo largo de los años, tiene como objetivo visitar los hogares donde residen personas enfermas para elevar plegarias por su pronta recuperación en presencia de la venerada imagen de San Francisco de Asís.
A pesar del sol radiante que caía a plomo, los fieles de Ahuacatlán demostraron su fervor religioso participando activamente en «La Octava de San Francisco».
Esta festividad se lleva a cabo el 11 de octubre, justo ocho días después de la celebración principal en honor al Patrono del pueblo, manteniendo viva una costumbre ancestral que ha perdurado a lo largo de los años.
La jornada comenzó con la procesión de la imagen de San Francisco de Asís, cargada sobre los hombros de devotos, recorriendo los cuatro barrios de la ciudad y otros asentamientos populares.
La comunidad se unió con entusiasmo a la procesión entonando himnos religiosos en un gesto de unidad y fe.

En esta ocasión, la celebración de «La Octava de San Francisco» adquirió un significado especial para los habitantes de Ahuacatlán, quienes, tras las preocupaciones generadas por el paso del huracán «Lidia», encontraron en la tradición religiosa un motivo para renovar su esperanza y fortalecer su comunidad en tiempos de adversidad.
A pesar de los desafíos, la devoción a San Francisco de Asís sigue siendo un lazo que une a esta comunidad con su historia y sus valores espirituales.
La jornada culminó con una emotiva misa vespertina en el templo de San Francisco de Asís.
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