AHUACATLÁN.- Los autos y camionetas se fueron acumulando hasta formar una hilera bastante larga. Desde el cruce de la avenida 20 de noviembre con Hidalgo, hasta la esquina de Allende y Libertad.
El sonido de los cláxones no se hizo esperar. El estrés se apoderó de los conductores y no desapareció sino hasta pasados al menos 10 minutos. La circulación vial en el centro histórico ha llegado al punto de caos.
Y en efecto; desde mediados de la semana pasada el tráfico vehicular en la zona centro se ha agudizado. La circulación se complica y esto está ocasionando además fuertes contratiempos tanto a comerciantes como a conductores y peatones en general.
Lo anterior obviamente se debe a la invasión de puestos ambulantes. Pero a esto hay que agregarle también el incremento en el tráfico por los visitantes que ocasionalmente acuden a esta ciudad para disfrutar de la feria.
Vendedores de productos como refrescos, cervezas, leche, frutas, abarrotes, etc., complican todavía más la circulación en el centro histórico; y encontrar un espacio libre para estacionarse prácticamente resulta imposible… es necesario buscar rutas alternas para entrar o salir de la ciudad.
Por otro lado, existe una mala planeación en cuanto a los espacios que el Comité de la Feria destinó a algunos puestos. Algunos stands – quizás por influyentismo – invaden la zona vehicular y peatonal de por sí muy reducida; por eso es que las peregrinaciones se ven en aprietos para llegar al Templo de San Francisco de Asís.
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