JALA
Ante las medidas dictaminadas por los distintos niveles de gobierno y por las autoridades de salud, el comercio local e informal de este Pueblo Mágico entró en crisis, pues además de haberse reducido sus ventas, los dueños de negocios temen ser contagiados por el COVID-19.
Época de contrastes, pues tradicionalmente por estas fechas las ventas de los comerciantes solían incrementarse por el arribo de los vacacionistas y de la celebración de su Judea; pero en vez de ello este 2020 las cosas dibujan un panorama totalmente gris y hasta existen riesgos de que muchos se vayan a la quiebra.
Las ventas se desplomaron drásticamente y en niveles importantes y de esta situación no escapan los expendedores de ropa, calzado, accesorios y artículos varios.
Las medidas contra el coronavirus están afectando también a los dentistas, así como a los talleres mecánicos, taxistas y obviamente los prestadores de servicios, como hoteleros y fondistas, quienes son parte de los sectores productivos en el primer cuadro de la ciudad y cuya clientela suele incrementarse en temporadas vacacionales, como sería la Semana Santa.
Las carnicerías, fondas y demás establecimientos que se ubican dentro del mercado público municipal parece ser que también están en aprietos. No hay clientela. Pocas son las personas que acuden a este inmueble a hacer sus compras; solo dos o tres almas se ven sentadas o deambulando por los pasillos.
Lo mismo ocurre con los puestos semifijos de la plaza principal. De hecho no hay movimiento en esa zona. Muchos comercios están cerrados obedeciendo a las recomendaciones de las autoridades municipales.
A medida que avanzan los contagios pos coronavirus, las calles y comercios se han ido vaciando. Hay crisis. La economía está en agonía debido a la pandemia.
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