El Ecomuseo de Ahuacatlán encabeza la tercera caminata, promoviendo la cultura y el contacto con la comunidad local.
AHUACATLÁN.
Bajo un cielo salpicado de charcos, en medio de la inquietante sinfonía de chapulines y las fugaces apariciones de lagartijas, un grupo de entusiastas caminantes y amantes de la historia y la cultura se aventuró en un recorrido que los llevó desde Ahuacatlán hasta el pintoresco poblado de La Ciénega.
Esta emocionante actividad fue promovida por el Ecomuseo de Ahuacatlán, presidido por el profesor Javier Sojo, en colaboración con otros miembros destacados de la directiva, entre los que se encuentran Ezequiel Soto y Héctor Peña.
Esta travesía marcó la tercera caminata que el Ecomuseo ha organizado, y en esta ocasión, la plaza Prisciliano Sánchez sirvió como punto de partida.
El recorrido, que duró aproximadamente una hora, se caracterizó por su carácter ameno, agradable y sereno, en el que los participantes pudieron disfrutar de la naturaleza y la historia en un ambiente distendido.
La llegada a La Ciénega fue un momento especial, ya que los caminantes fueron recibidos con calidez por los lugareños, quienes compartieron detalles interesantes sobre la historia de la antigua hacienda y su comunidad.
El diálogo intercultural se convirtió en una parte fundamental de la experiencia, enriqueciendo la comprensión de la historia local.

La jornada concluyó con un sencillo pero reconfortante desayuno, donde los participantes compartieron impresiones y se despidieron con la promesa de que muy pronto se organizará otra caminata.
La iniciativa del Ecomuseo de Ahuacatlán ha demostrado ser una fórmula exitosa para fomentar la conexión entre la comunidad, la historia y la naturaleza, promoviendo la valoración de la riqueza cultural de la región.
La anticipación por futuras caminatas sigue creciendo, prometiendo nuevas aventuras y descubrimientos en los próximos días.
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