AHUACATLÁN.- En franco desafío a las autoridades policiacas y ministeriales, los amantes de lo ajeno dejaron sus escondites para asestar algunos golpes escudándose básicamente en la soledad y en la oscuridad de la noche.
Hace escasos tres o cuatro días, por ejemplo, las ratas de dos patas allanaron un predio que se ubica por el rumbo del camino viejo a la Ciénega, de donde sustrajeron el arrancador de una bomba, valuado en muchos miles de pesos.
El dueño, al acudir a su predio se encontró con esta desagradable sorpresa, dándose cuenta que parte del equipo de la bomba había desaparecido, entre ellos el arrancador.
Los ladrones forzaron la puerta de acceso, hicieron destrozo y medio, aunque todo parece indicar que se trata de gente experta en esos menesteres y que sabe además del alto costo de estas partes.
Esta es la tercera ocasión en que los pillos “visitan” este predio perjudicando a su dueño, pues el valor de lo robado no es cualquier cosa, toda vez que ronda en los 100 mil pesos.
Por otro lado, se sabe que los malandrines sustrajeron también la batería de una de las camionetas fumigadoras del dengue, propiedad de la Secretaría de Salud, misma que se encontraba estacionada por el rumbo de la colonia Benito Juárez, muy cerca del Puente.
Pero también existen denuncias de otros tantos robos cometidos a casas habitación, y casas en construcción, por los que los afectados están pidiendo a las autoridades policiacas y ministeriales, más vigilancia para así castigar a los ladrones.
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