JALA.- Con su camisa a cuadros y sus jeans de mezclilla, el presidente municipal Mario Villarreal Cambero llegó al recinto para convivir un rato con aquellos hombres y mujeres de pelo blanco y piel curtida por el tiempo. Extendió una, dos, tres y muchas veces su diestra para saludarlos y desearles lo mejor al tiempo que manifestó sus respetos hacia ese sector.
Lo anterior ocurrió dentro del marco de la posada- convivio que, en su edición número once organizaron los jalenses radicados en distintos puntos de los Estados Unidos. Todo ello acertadamente coordinado por el incansable Alfredo Ibarra.
En el evento, como ha venido sucediendo, resaltó la buena organización así como el espíritu voluntario y la solidaridad de los hijos ausentes radicados básicamente en el sur del vecino país del norte.
Los “Jóvenes de corazón” – como atinadamente se le ha dado en llamar a esas personitas que sobrepasan de los 60 años – disfrutaron de una tarde pletórica de fraternidad, en un emotivo convivio que fue aderezado con una suculenta comida y con las notas musicales del grupo “Los Desvelados”, traídos expresamente de Puerto Vallarta, Jalisco.
En la mesa de honor resaltó desde luego la presencia del presidente municipal Mario Villarreal y de algunos regidores y funcionarios del trigésimo séptimo Ayuntamiento, mientras que los techos y paredes lucieron atractivos adornos navideños.
Después de comer y de disfrutar de la música interpretada por el grupo citado en el párrafo anterior, los “Jóvenes de corazón” recibieron un obsequio, gracias – se insiste – al patrocinio y generosidad de los hijos ausentes de Jala.
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