Zona sur, nov. 07.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- Gerardo es de esas personas que, al levantarse, acostumbran ver las noticias y leer los periódicos. Tiene muchos años haciéndolo; pero uno de sus medios es el Express, el cual, asegura, es uno de sus favoritos.
A veces lee éste matutino saboreando una humeante taza de café. Otras ocasiones le da por leerlo recostado en su cama –pese a los reclamos de su esposa–; pero la mayoría de las veces lo hace en el baño, mientras descarga toda “su furia” en la taza.
Gerardo habita un domicilio de la colonia El Llano, en Ixtlán; y dice que una de sus secciones preferidas es la información deportiva, así como los mensajes de reflexión que a veces escribe un servidor en este mismo diario. Sin embargo, su columna favorita, admite, era la del “Cotarro Político” que escribía mi finado patrón, Edgar Arellano Ontiveros.
Gerardo sigue leyendo el Express, pero confiesa que “el periódico ya no es igual. Le falta el alma”, señala, refiriéndose pues al “Cotarro Político”.
Pero como así como él, son decenas de lectores los que en la región sur del estado –y seguramente en el resto de la entidad—lo que extrañan esta puntillosa columna que escribía don Edgar, con esa sagacidad, con esa picardía que a todos nos divertía –incluyendo a amigos y enemigos de Don Edgar–.
Ese es el hueco que quizás nadie va a poder llenar en este periódico. Se siente esa ausencia. Lo percibimos por nuestros lectores, quienes lamentan la pérdida de don Edgar y extrañan la columna del Cotarro.
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