“¡Hey amigo!, se las dejo bara; ¡Anímese!, no he vendido nada”, se quejó Bartolo ayer que acudió al poblado de Jomulco a vender sus artículos de segunda mano, tal y como lo hace domingo tras domingo.
Mal le fue en ésta ocasión, culpando de ello a la Jornada electoral que sirvió para elegir a diputados, presidentes municipales y regidores.
Con su camioneta de modelo antiguo, llegó antes de que apareciera el sol a la pequeña plazoleta de Jomulco. Extendió un lienzo que colocó en el piso y sobre de éste acomodó sus cachivaches.
Sobre la parte trasera del vehículo portaba una leyenda con los nombres de ciertos candidatos; “Amigo, le recomiendo que retire su camioneta. Está prohibido traer propaganda cerca de las casillas”, le sugirió un taxista; y para no verse en problemas, el buen Bartolo aceptó el consejo de su amigo el ruletero, optando por estacionar su unidad, fuera de la vista de los ciudadanos que acudían a la casilla 254 que se instaló en el portal de la Delegación Municipal.
Famoso por sus arraigadas costumbres, así como por su producción de sillas y equipales de palma, además, claro, de los brujos y chamanes, el pueblo de Jomulco vivió ésta jornada ciudadana con intenso fervor, como ocurre siempre en los comicios locales.
Sin embargo, quienes mayormente resintieron las “reglas” de estos comicios fueron los hombres, y más aún los jóvenes; esto es por los depósitos de cerveza y demás establecimientos dedicados a la venta de licores los cuales permanecieron cerrados por indicaciones del gobierno del estado. Aunque, a decir verdad, no fueron pocos los que, en previsión de éstas medidas, se “abastecieron” desde el viernes comprando sus “galoncitos” o sus respectivas caguamas.
Fuera de ahí, las votaciones en Jomulco y en general en todo el municipio de Jala, se efectuaron con toda normalidad. Pero eso sí, contrariamente a lo que sucedió en Ahuacatlán e Ixtlán, en Jala no se suspendieron los juegos de fútbol correspondientes al torneo de Barrios.
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