AHUACATLÁN.― Una gratísima noticia –así, en grado superlativo- fue la que recién emitió el Congreso de Jalisco al declarar oficialmente a Prisciliano Sánchez, “Benemérito del Estado de Jalisco”, nativo de esta ciudad y, sin duda, el personaje más importante de la historia de Ahuacatlán
La propuesta que hace algunas semanas habían lanzado los diputados Kehila Kú Escalante, Oswaldo Bañales Orozco y José García Mora, fue aprobada de manera unánime por los 29 legisladores que asistieron a la sesión plenaria que el Congreso celebró el pasado 21 de junio.
Tras su aprobación, los diputados jaliscienses remitieron el acuerdo al gobierno de Jalisco, el cual a su vez emitió el decreto 26839/LXI/18 en el que declara “Benemérito del Estado de Jalisco” al padre del Federalismo Mexicano y Primer Gobernador Constitucional del estado Libre y Soberano de Jalisco, Ramón Ignacio Prisciliano Sánchez Padilla.
Al impulsar la propuesta, los legisladores señalaron que el legado de Prisciliano Sánchez consiste en ser partícipe de la fundación de Jalisco y en ser precursor del federalismo “al dar la idea de cómo debe organizarse el país”.
Aunque es común que los restos de los personajes declarados ilustres se coloquen en la Rotonda, en este caso no ocurrirá, pues no se tiene certeza de la ubicación de Prisciliano Sánchez ni de familiares que puedan dar información al respecto.
“El honor de que sus restos mortales descansen en dicho lugar no será posible, más ello no impide que don Prisciliano Sánchez Pardilla sea honrado con la colocación de su escultura conmemorativa en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres”, señala el decreto.
Prisciliano Sánchez, cabe recordar nació el 4 de enero de 1783 en Ahuacatlán, Nayarit, y fue electo diputado en el primer Congreso Nacional Constituyente.
Según registros históricos, Sánchez impidió que los sacerdotes utilizaran los púlpitos para hacer política, combatió la corrupción, creó la milicia cívica para defender al territorio jalisciense y ordenó los trabajos para traer agua de Chapala a Guadalajara.
“Quizá su logro más significativo sea el haber arrancado la enseñanza de manos de la Iglesia católica, la cual depositó en un nuevo sistema educativo a cargo del Instituto de Ciencias del Estado, establecimiento verdaderamente progresista que vino a sustituir la vieja y caduca universidad”, señala el acuerdo aprobado.
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