JALA. – La hora se acerca. Se anunció la primera y la segunda llamada. La tercera y se bajará el telón. Se antoja un buen espectáculo. Un lleno total.
Las pedregosas calles de Jala lucen limpias; impecables para la ocasión. Por las calles Morelos, Guadalajara, Hidalgo, Morelia y Allende se ve el trajín de los comerciantes y de los primeros visitantes que recorren los puestos.
En la Dirección de Turismo no cesa de sonar el teléfono. A Alfredo Ibarra, su titular, no se le encuentra por ningún lado. Todos andan muy ocupados. Se hace una última revisión de los invitados. Se verifica a los que confirmaron marcándolos con una paloma.
La reina electa de Jala, Carmen Ramos, se encuentra muy emocionada por ceñirse la corona. Ensaya su primer mensaje. El presidente del Comité de la Feria, Benjamín Ventura, también tendrán que ir pensando en el suyo.
Un grupo de la policía doblará turno. Mientras tanto ya se encuentran patrullando las calles. Todo parece en orden. En la chicha calma que siempre caracteriza a Jala.
Se espera que lleguen más de diez mil gentes. A partir de las 16:00 horas el arribo se irá incrementando. El arranque, llueva, truene o relampaguee no deberá hacerse después de las 18:00 horas. Es más a esa hora ya deberían estar llegando a la presidencia la comitiva que encabeza.
Por la noche el platillo principal de los niños serán los juegos mecánicos, las golosinas y la comida importada. Los adolescentes andarán cortejando alguna muchacha y los jóvenes para esa hora ya tendrán que tener una si es que no se van a embriagar con su otra compañera: La botella. Los viejos de Jala harán añoranzas y se reencontrarán con nuestros paisanos.
¡Ah! Imprescindible no olvidar el baile. La Banda Astilleros, la Megabanda, Zona de Arranque y Liz Hernández, tocarán hasta que el cuerpo aguante.
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