ZONA SUR.- Más que los vientos y la lluvia del momento, fueron los efectos posteriores a “Patricia” lo que más daños causaron, pues debido a tanta agua los ríos se desbordaron causando fuertes daños a las viviendas y a los cultivos; pero afortunadamente no se reportaron pérdidas humanas.
De la zona sur, fue la comunidad de Zoatlán – municipio de Ahuacatlán – la que más resintió los efectos de “Patricia”. El río se desbordó e inundó calles y viviendas, situación que atrajo la movilización de casi todos los cuerpos de rescate de la región y del estado, incluyendo al ejército mexicano que aplicó el plan DN-III.
Militares, policías, elementos de protección civil y voluntarios en general colaboraron en las labores de rescate ayudando a los damnificados a evacuar sus viviendas para ponerlas a salvo y trasladándolos a los albergues que el gobierno municipal puso a disposición.
El agua alcanzó en algunas zonas el metro y medio de altura afectando con ello pertenecías familiares, como camas, colchones, roperos, sillones, etcétera, por eso es que el gobierno federal decretó a Zoatlán zona de desastre.
De esta manera, los tres niveles de gobierno unieron esfuerzos para ayudar a los damnificados. Se les resguardó en lugares seguros, se les otorgó alimentos y ahora se espera el apoyo para la reparación de los daños.
El río desató su furia y puso en riesgo también la seguridad de las familias que habitan en la colonia Demetrio Vallejo y de los demás asentamientos que se encuentran en sus riberas.
Otra de las poblaciones afectadas fue Méxpan, del municipio de Ixtlán donde también se registraron daños cuantiosos tanto a las viviendas como a la agricultura.
Afortunadamente, en estos desastres se sintió y se sigue sintiendo la solidaridad de los entes públicos y de muchas otras personas e instancias de gobierno, a través de los cuales se espera continúe fluyendo la ayuda a quienes perdieron su patrimonio, total o parcial.
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