Un viaje lleno de aprendizajes y desafíos.
FRANCISCO JAVIER NIEVES AGUILAR
Este martes celebro un año más de vida, un recorrido que me ha brindado todo tipo de experiencias: alegrías, sinsabores y, sobre todo, lecciones.
A lo largo de estos 66 años, la vida me ha puesto a prueba de muchas formas, pero los últimos 16 han sido especialmente desafiantes.
Sin embargo, estoy preparado para enfrentar los retos amargos que aún están por venir. Solo le pido a Dios que me siga dando la fuerza necesaria y que ilumine mi camino para no desviarme demasiado.
Quiero agradecer a todos y todas por sus felicitaciones y su cariño. La edad, al final, es solo un número; lo importante es ganarle tiempo a la vida y vivir cada momento al máximo.
El mejor regalo en este cumpleaños es, sin duda, mi familia: mis nietos, mis hijos, mis amigos. Ellos son mi vida, mi luz, y la energía que me mantiene en pie.
A lo largo de los años, he procurado vivir de acuerdo a mis ideales, aprendiendo algo nuevo cada día.
Soy el producto afortunado de una serie de circunstancias, de aciertos y errores que me han moldeado, haciéndome único e irrepetible, como cada uno de nosotros. Y aunque algunos puedan pensar que me veo ridículo por mi forma de vestir, con mis shorts, playeras de manga corta y tenis, ¡me vale madre! Me siento cómodo y feliz siendo quien soy.
Hoy, a pesar de una noche de insomnio y un apagón que me dejó en malestar, con calor y zancudos, estoy listo para continuar en este mundo matraca.
Recibí una llamada de mi hijo Xavi y las felicitaciones de mis otros hijos, lo que me llena de alegría. Así que aquí estoy, agradecido por cada día, preparado para lo que venga, y decidido a seguir aprendiendo y viviendo con la misma pasión de siempre. ¡Feliz cumpleaños a mí!
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