El ayuntamiento interviene para evitar riesgos mientras se espera el reencarpetamiento definitivo.
AHUACATLÁN.
No hay tiempo que perder cuando la seguridad está de por medio. Por eso, mientras llegan noticias sobre los trabajos de reencarpetamiento, el gobierno municipal de Ahuacatlán decidió actuar de inmediato: una cuadrilla de trabajadores fue enviada para limpiar y retirar piedras y tierra de la carretera que une a los poblados de Uzeta y Santa Cruz de Camotlán.
Los recientes derrumbes habían dejado la vía en condiciones peligrosas. Sumado a los baches que aparecen una y otra vez, el riesgo para automovilistas era evidente. Por eso, el objetivo fue claro: despejar obstáculos y prevenir accidentes.
Sin embargo, estos trabajos no están exentos de efectos secundarios. El tránsito se ve afectado y algunos retrasos son inevitables.

Ante este panorama, las autoridades municipales lanzaron un llamado: “Pedimos a los conductores manejar con precaución. Agradecemos su comprensión y reiteramos el compromiso de mantener las vías terrestres en las mejores condiciones posibles”.
El mensaje es sencillo, pero firme: la seguridad no puede esperar. En tanto llegan soluciones a largo plazo, el esfuerzo por mantener el camino transitable continúa.
























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