IXTLÁN DEL RÍO
“Inestable”, así es como el propietario de una pollería considera la venta del producto, “pues hay semanas que la demanda es mucha, pero a la siguiente tiene un ´bajón´; y esta situación proviene de hace tres meses aproximadamente.
“Sube y baja; baja y sube”; señala el dueño de la “Pollería Herrera”, dando a entender pues que la venta es variable. De pronto puede ser buena, pero luego tiende a bajar.
Explica que el asunto de la pandemia sí está afectando -al igual que a muchos otros negocios- a quienes se dedican a la venta de pollo fresco, “Y es que –dice- hay personas que llegan a comprar acudiendo sin cubre bocas, pero tenemos la orden de no vender si no lo traen puesto. Entonces, llegan, se van y ya no regresan”, se queja.
Esta situación ha ocasionado un notable aumento en la venta de pollo “para llevar”, “solo es cuestión de que nos llamen y hagan su pedido para llevárselo a domicilio”, señala el portavoz de la pollería Herrera.
Explica que el producto que en este establecimiento se expende, proviene de Guadalajara o de Tepic e incluso de Mazatlán, “es pollo limpio, fresco, sano; porque nos interesa la calidad”, refiere.
Comenta que de un tiempo a la fecha el pollo que llega a Ixtlán ha sufrido variaciones en cuanto a su tamaño, “pues a veces viene chico y otras ocasiones llega grande”. Esto a su vez hace que su precio sea variable.
Actualmente el kilo de pollo freso se cotiza en 45 pesos, pero ha llegando a expenderse hasta en 60 pesos.
Con todo y todo, es decir, pese a la pandemia, a la nueva normalidad de “solo para llevar” y de la inestabilidad en su venta, los polleros no se han visto afectados en sus ingresos; “aunque esperamos que todo pronto mejore”, subraya el entrevistado.
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