AHUACATLÁN.- Hace varios años que Maya regresó de San Luís Río Colorado, Sonora, y aún conserva el acento norteño, acentuando la “che” y con el clásico dejo que los distingue.
Conversa con el reportero mientras le tiñe y le peina el pelo a una de sus clientes.
- ¿Es cierto que las mujeres se arreglan para impresionar a otras?
- “Y para uno mismo también – indica -. A veces vemos a alguien en la calle, nos gusta su color de pelo o sus rayos, y luego vienen a pedirme que así como los trae ‘sutanita’ se los deje a ellas”.
Susana Mayahueli González Celis es estilista desde hace nueve años. Pero su estética aún no tiene nombre. Pide opinión a los lectores de El Regional para ponérselo.
Asegura que las mujeres son vanidosas desde que nacen. De hecho, aparte de que hace cortes a bebés, hay niñas que acompañadas de su mamá les piden peinados especiales para ir a una piñata.
“Si les permitieran, hasta las jovencitas de la secundaria vendrían a pintarse el pelo”, refiere Maya.
Comenta que hay madres que llevan a sus hijas de esa edad para depilarse las piernas, quitarse el bigote o limpiarse la ceja. Y hombres que igualmente piden ese servicio.
[pullquote]Si las dejaran, hasta las niñas de secundaria se teñirían el pelo[/pullquote]
La estética de Maya es sencilla. Apenas si caben tres personas; pero el trabajo es de calidad. Sus clientes tienen que esperar semanas para un trabajo y quedar registrados en la agenda. En Ahuacatlán es ampliamente conocida, pero también atiende a personas de otros municipios aledaños.
Los tintes, los peinados y maquillajes son los servicios más solicitados. Uno que otro corte. Los precios, accesibles… Hay clientes que reservan parte de cada quincena para acicalarse, o lo que es lo mismo, Maya recibe sueldo seguro.
- ¿Es verdad que las estilistas y los barberos guardan muchos secretos?
- “Como los curas. Aquí es como un consultorio de psicología. Llegan mujeres que sin decirles nada me cuentan que están muy estresadas, cansadas o aburridas por problemas en sus casas. Aquí se quedan sus traumas. Hay que estarles hablando bonito y entreteniendo”.
Claro, Maya precisa que siempre guarda mucha discreción.
Finalmente, Maya envía un saludo a sus amigas Teresita, Claudia y Yolisma, tres compañeras del trabajo en la “Estética Scrupulos” de San Luís Río Colorado, ubicada en el Hotel San Ángel. Fue allá donde practicó bastante lo que aprendió en el Instituto de Belleza Rodolfo Melo, de Guadalajara.
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