A punto de enviar mis notas de éste día, hago una pausa para traer a mi memoria la imagen de Ilsy Jackeline. Ella está en Zapopan, en una finca de la colonia Estancia; y dice estar feliz porque espera un hermanito.
¿Qué estará haciendo mi nieta en estos momentos?… Tal vez ya esté dormida, ilusionada porque pronto llegue “el mañana”, es decir, el 5 de marzo, día en el que cumple un año más de vida. Cuatro para ser exactos.
Y efectivamente, hoy, fecha en la que el calendario marca el quinto día del tercer mes de este 2015, mi nieta llega su aniversario número cuatro.
Ilsy vio por primera vez la luz en el Hospital San Javier de Puerto Vallarta, justo el 5 de marzo de 2011. Cuando la tomé por primera vez entre mis brazos sentí que mi corazón rebosaba de felicidad. De ahí en adelante me convertí en el abuelo más feliz del mundo.
Ahora vive en Zapopan. Y no es por echármela de lado, pero mi nieta Ilsy es muy inteligente. Demasiado diría yo. Habla como gente adulta. Pronto asistirá a la escuela y pienso que será una de las mejores alumnas…
Cuando tengo la oportunidad de estar con ella trato de aprovecharla al máximo… Tenerla conmigo, cuidarla, jugar, reír, cantar, miras sus avances, me ha dado vida. Son esos los momentos que me hacen olvidar un poco las adversidades por las que atraviesa la familia. Es pues como una luz en mi camino, un aliciente para seguir luchando contra esto y contra aquello.
Mi condición de ser abuelo es grande. Comprendo que desde aquel 5 de marzo de 2011 mi vida dio un cambio, ¡Soy feliz con ella!
Ilsy es una niña deseada, querida. La veo crecer sana, alegre. La luz de sus ojos, su ternura, su delicado cuerpecito, sus gestos, nos envuelven.
Un mar de sensaciones recorre mi alma cuando la tengo frente a mí. A veces ella viene a casa. Otras ocasiones nosotros vamos hacia ella… Es como el frescor de la mañana, aroma de primavera en flor, atardeceres relajados cuando la miro sonreír, brincar como canguro, cantar “La Guadalupana”, jugar a las adivinanzas y a los acertijos.
Ilsy es mi reina, mi princesa… la capitana del timón, la conductora de la nave. ¡Gracias por hacerme tan feliz!, ¡Ella es mi nieta adorada!
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