ZONA SUR.- A escasos 20 días para que finalicen su período, los Ayuntamientos de Ahuacatlán, Jala e Ixtlán del Río manifiestan un nulo interés por mejorar las condiciones del relleno sanitario del Tempizque. Este espacio simple y sencillamente no está funcionando como debe de ser. Su descuido es más que evidente.
Parece ser que la rehabilitación de hace alrededor de cinco años no sirvió de mucho. No se le dio continuidad, pero esto ocurrió desde finales del trienio pasado por negligencia del entonces presidente municipal de Jala, quien a pesar de haber sido de su responsabilidad, no le prestó la atención debida.
Las cosas lamentablemente continúan por el mismo camino. Se sigue observando un relleno muy descuidado y más bien parece un basurero común y corriente; más corriente que común.
La impresión que se tiene al llegar, ciertamente no es tan desagradable. La brecha que conduce hacia el relleno está en muy buenas condiciones. Los módulos que se encuentran al entrar lucen limpios, al igual que el camino por donde transitan los camiones compactadores cuando van a descargar. El problema es el aspecto técnico, es decir el tratamiento y destino que se le está dando a las casi 70 toneladas de basura que ahí se depositan.
Al parecer solamente hay una máquina en buen estado y es la que se encarga de remover un poquito la basura para esparcirla por el suelo, porque resulta que ya no se recubre de tierra. Está a llano abierto, es decir al aire libre.
Esto hace que despida un olor horrible y al parecer el área de lixiviados tampoco está funcionando como debiera, y además se aprecia un “mosquerío” de los mil diablos.
Los pepenadores están al asecho. Ellos se encargan de recoger plástico, cartón y vidrio básicamente, pero el aspecto que tiene el relleno sanitario en términos generales no es nada agradable. Solamente la entrada tiene buena imagen, lo demás da tristeza; pero hay que hacer hincapié en el pésimo trato que se le está dando a la basura.
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