A pesar del clima desfavorable, la celebración continuó con entusiasmo. La llovizna no fue impedimento para que los habitantes y visitantes disfrutaran de las festividades.
JALA.
Entre charcos y una mañana nublada con llovizna, el Pueblo Mágico de Jala dio inicio a la celebración del Día de Santo Santiago.
La comitiva encargada de tocar los minuetes y los pequeños bailarines que colaboran en la recolección de apoyos, se reunieron en el Barrio de la Natividad para revivir una de las tradiciones más arraigadas del lugar.
Esta costumbre consiste en tocar y bailar piezas especiales mientras se invita a los anfitriones a realizar donativos, ya sea económicos o en especie.
La gente, generosa y comprometida con sus tradiciones, llega a regalar incluso gallinas o comestibles, los cuales se atan a un madero que cargan los pequeños bailarines.
Esta muestra de solidaridad y participación comunitaria es un reflejo de la fuerte identidad cultural de Jala.
A pesar del clima desfavorable, la celebración continuó con entusiasmo. La llovizna no fue impedimento para que los habitantes y visitantes disfrutaran de las festividades.
Por la noche, la jornada culminó con una animada verbena popular en el mismo Barrio de la Natividad.
La música, las danzas y el ambiente festivo llenaron de alegría las calles, fortaleciendo los lazos comunitarios y manteniendo viva una tradición que ha pasado de generación en generación.
La celebración del Día de Santo Santiago en Jala no solo honra al santo, sino que también resalta la importancia de mantener vivas las costumbres que definen la identidad de este Pueblo Mágico. Bajo la lluvia y entre charcos, la comunidad demostró una vez más que la fe y las tradiciones son más fuertes que cualquier adversidad climática.
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