Hoy te traigo una reflexión sobre amistades que nos ayudan y cómo es que a veces despreciamos la ayuda que nos dan sin darnos cuenta que, gracias a ellas, mantenemos lo que tenemos o simplemente por ellas vivimos. A veces somos mal agradecidos. Pero para que entiendas mejor esta situación te contaré una historia de “La Planta y El Palo”:
Cuenta esta historia que en un lindo jardín estaba una hermosa planta, que se erguía airosa levantando orgullosamente al cielo su pecho de hojas tiernas. Ésta soportaba con mucho disgusto la presencia junto a ella de un palo seco, derecho pero viejo.
La planta no pudo guardarse más el fastidio hacia el palo, entonces le dijo:
– Palo, te tengo demasiado cerca. ¿No podrías irte un poco más allá, más lejos de mí?
El palo se hizo el sordo para no responderle nada. Entonces la planta también se dirigió al seto (barrera hecha con palos o ramas de arbustos o de otras plantas entretejidas) de zarzas que lo estaba rodeando y le dijo:
– Seto, ¿No podrías marcharte de aquí a cualquier otro lugar? Sabes, me molestas.
El seto, fingió no oír y callado siguió. Pero un lagarto que reptaba por allí, estaba presenciando todo y no pudo dejar de mirar y escuchar a la planta tan orgullosa de sí misma, con ese comportamiento hacia los que le rodeaban que no se daba cuenta de lo que realmente pasaba. Así que mirándole le dijo:
– Oh bella planta, ¿cómo puedes comportarte así, ¿no has comprendido que le debes al palo el poder estar derecha? Y en cuanto al seto, ¿Tampoco te has dado cuenta de que gracias a él, estás protegida contra las malas compañías?
Espero podamos reflexionar con esta historia y nos demos cuenta si estamos despreciando a alguien que está cerca nuestro y que mucho favor nos hace el solo hecho de que esté a nuestro lado. Toma una Decisión y aprendamos juntos a cuidar y tratar bien a los seres cercanos que tenemos, porque de lo contrario entonces merecemos ser abandonados a nuestra suerte.
Discussion about this post