JALA
Los campesinos de Jala se encuentran en pleno proceso de preparación de tierras a efecto de estar preparados para el próximo ciclo de siembras.
La mayoría de las parcelas ya están listas y sólo se espera que caigan las primeras lluvias para iniciar a esparcir las semillas. Claro, ahora ya no se observan aquellas yuntas que jalaban los arados y en su lugar vemos actualmente a los tractores con sus rastras, ya sea emparejando el suelo o trazando los surcos.
Los campesinos, sin embargo, no muestran el entusiasmo de antes; y lejos están aquellos días en que acudían a sus parcelas con su morral al hombro conteniendo el sabroso “lonche” que preparaban las mujeres con esmero: tacos o bolillos de frijoles y huevo, con su respectivo “bule” de agua que llenaban en el hidrante de la esquina.
Y a pesar de los esfuerzos de las autoridades que insisten en preservar las siembras del maíz criollo, algunos de los agricultores se han inclinado por las “semillas mejoradas” en virtud de su alto rendimiento.
Aún así, los campesinos poco a poco han venido desplazando el cultivo del maíz por otros plantíos alternos, como la caña y la jamaica, el maguey y el limón, así como el aguacate y el tomate.
Ésta vez, varias parcelas quedarán ociosas toda vez que sus propietarios prefieren no invertir en sus siembras pensando en los bajos precios de las cosechas y en las posibles contingencias climatológicas, como puede ser alguna sequía, una fuerte granizada u otro tipos de siniestros.
Los optimistas, no obstante, atraviesan por ésta etapa de preparación de suelos y no falta mucho para que veamos reverdecer algunas parcelas una vez que broten las milpitas.
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