Los habitantes buscan refugio en la sombra mientras el sol no da tregua.
IXTLÁN DEL RÍO.
El sol pega con fuerza en Ixtlán. Sus rayos son quemantes y pocas personas se aventuran por la plaza de armas. Todos buscan la sombra, y es difícil encontrar una banca desocupada bajo los árboles.
Los peatones en la avenida Hidalgo optan por caminar por la acera sur, donde hay algo de alivio. «Creo que le pusieron baterías nuevas», comenta un joven delgaducho, refiriéndose al sol, mientras el termómetro marca 36 grados centígrados.
Los ventiladores resultan insuficientes, solo revuelven el aire caliente; se necesita aire acondicionado para enfrentar el calor.
A las 2 de la tarde, son pocos los transeúntes en el centro de Ixtlán, ya que la mayoría prefiere quedarse en casa, lejos de los rayos solares.
Las bebidas frías se antojan más que nunca, y es importante mantenerse hidratado.
Los perros también sienten el calor y buscan refugio en cualquier sombra que encuentren.
Aún falta mucho para que bajen estas temperaturas, y los habitantes deben aguantar y encontrar maneras de sobrellevar la ola de calor.
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