Reunión del grupo de los doce

Estaba el grupo reunido frente al televisor viendo las noticias que llegaban desde México cuando entra el Maestro. Lo ven y Tomás le dice:

• Ven Maestro, están iniciando las noticias de lo que acontece en el mundo.
• ¡Ay Tomás!, sigues igual. ¿Acaso no recuerdas que no necesito de ese artefacto para enterarme del desgarriate que traen los mortales allá abajo? Lo sé todo; aunque claro, para estar al día también me he modernizado. Tenemos computadoras en donde capturamos y clasificamos en base de datos la información. Basta que solicite o apriete una tecla y me informo de quejas, peticiones, agradecimientos de los terrícolas. Pero nada mejor que llevar estadísticas que nos arrojan cifras reales que luego hacemos comparaciones porcentuales gráficas, etc. A propósito, localízame a Juan el Bautista, necesito tratar algo muy importante.

Raudo y veloz sale Tomás en busca del susodicho.

• ¿Me llamas, Maestro?
• Sí Juan; quiero me informes detalladamente de todo lo que acontece en el mundo con tanta guerra que tienen en zozobra a muchos países con derramamiento de sangre; hambre, pobreza, problemas financieros, desempleo, migración. ¿Y qué me dices de México, donde la guerra fraterna en algunos estados es crítica?
• Maestro, el mundo en verdad ya es un desastre. El mandamiento de amar a los demás como a sí mismo y el de no matarás, es letra muerta. Allá abajo el Dios es el dinero, el poder. Algunos acuden al templo; hacen oración. Los católicos se arrodillan ante el sacerdote y exponen sus culpas y piden perdón, y una vez que reciben la absolución y cumplida la penitencia, salen maquinando como volver a joder al prójimo. Las naciones más desarrolladas se adjudican el control sobre las subdesarrolladas y con ese pretexto amuelan a países enteros, provocan enfrentamientos entre naciones, los invaden, los sojuzgan, los masacran.
• Sí, lo sé y me duele. Pronto pondré remedio. Cita en la sala a los doce para analizar la situación del mundo.
  • ¿A los doce?
  • Sí, a los doce. Oye, ¿por qué siempre la traen ustedes contra Judas? Repetidas veces he dicho que él sólo cumplió con lo que ya estaba escrito. Desgraciadamente fue el instrumento como pudo haberlo sido cualquiera de ustedes. Así que cítalos a todos. Además él, antes de ahorcarse se arrepintió y por ello está en este reino.

Poco tiempo después estaban todos reunidos y mientras llegaba el Maestro empezaban los chascarrillos:

• ¿Ya saben los últimos de Polo Polo… aquel del perro que…
• ¡Silencio!; ha llegado el Maestro.
• Tomen asiento. Nos hemos reunido porque quiero que analicemos algunas situaciones que conmocionan al mundo.
• Uf Maestro, abajo ya es un vil desgarriate – dijo Lucas -; las guerras, el hambre, las injusticias, la explotación humana, la migración en busca de mejores oportunidades. El obrero es entregado por cada Judas. ¡Ay!, perdón, quise decir por cada líder, además de dañar constantemente al medio ambiente.
• Maestro – dijo Mateo – ¿no crees que ya hace falta algún diluvio, algunas plagas, tsunami, erupciones volcánicas, una sacudida general al globo, una sequía mundial?
• ¡Cállate! Tú deberías de estar integrado al gabinete de Estados Unidos. Exijo más seriedad.
• Pero Maestro – dijo Pedro -, ¿Por qué siempre tiene que estar presente Judas? él fue el que te entregó por unas monedas de plata para que te crucificaran.
• ¿No entienden? Les vuelvo a repetir. Él sólo fue utilizado por la voluntad de mi Padre. Ya estaba escrito que yo tenía que morir. Recuerda a Isaías: “El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido salvador”. Además tú eres el menos indicado para protestar en cada ocasión que nos reunimos. ¿Acaso no recuerdas cuando te preguntaron si eras uno de mis discípulos? Me negaste tres veces. Dime ¿Qué sentiste?
• ¡Ay Maestro!, sentí que se me subían los “esos” a la garganta.
• Lo ves, así como tu actuaste aquella vez, así lo hacen ahora muchos líderes políticos y sindicales. En México han sido despedidos miles de trabajadores petroleros y el líder con tantas prebendas ni se tibió.
• Volviendo a los problemas mundiales Maestro; de ti se acuerdan sólo a ratos. A ellos como en aquellos tiempos los corroe la avaricia, la ambición, deberías darte nuevamente una vueltecita para apaciguarlos y para que a los pobres multipliques los panes y los peces, alimentos restringidos  a millones de hambrientos.
• Sí, y que Hacienda me investigue y me considere contribuyente. Mira, una vez concluida la reunión trataremos sobre este asunto. Ahora a lo nuestro. Llamen a Felipe y que traiga informes y gráficas sobre el asunto de México.
• Maestro, Felipe ya no está en los Pinos. Ahora se llama Quique; Enrique, pues, el del copete; y no creo que esté en México, pues constantemente anda de viajes con toda su familia y funcionarios.
• Ya, ya. Me refiero a Felipe el Apóstol, ¡Sopenco!

¡Ah! Perdón!, que alguien vaya a buscarlo.

Mientras llega, Felipe se dirige a Pedro.

• Vamos a ver Pedro. Creo que tendrás que ir al Vaticano y que Felipe te acompañe, pues este asunto es de tu incumbencia. Platicas con Francisco el Papa. Pero antes, dime lo que piensas de México.
• ¿Qué quieres saber? Sé que apesta a corrupción, que es la causa de desigualdades sociales; que quienes gobiernan han ido entregando a las trasnacionales los recursos naturales como el petróleo, las playas, y se pretende el agua. Que los jóvenes siguen emigrando a los Estados Unidos, que hay diversas protestas por doquier: Los maestros, estudiantes, campesinos, sobre todo porque al Ejército que es el responsable de salvaguardar la soberanía del País, se le acusa de algunos asesinatos como Tlatlaya en el Estado de México, en Aquila y Ostula Michoacán. Además, se les acaba de fugar el Chapo. ¿Sí sabes quién, es verdad Maestro?
• Jajaja, claro que lo sé, pero que ineptitud de las autoridades responsables de la seguridad. O más bien es parte de la corrupción, jaja.
• Uf – interviene Lucas. El ejército, a través de los años ha ejercido su fuerza sobre mexicanos: La Plaza principal de León, Guanajuato lleva el nombre de Mártires del 2 de Enero como homenaje a decenas de ciudadanos muertos a manos de soldados en 1945, que denunciaban un fraude electoral, cometido por el PRI. El 7 de julio de 1952, en la Alameda de la ciudad de México asesinan a simpatizantes del General Manuel Henríquez Guzmán. En 1960 en Chilpancingo, Guerrero, cuando estudiantes protestaban en rechazo por la Ley Orgánica de la Universidad de ese Estado, los soldados abrieron fuego. Se habló de 19 muertos. El Senado declaró desaparición de poderes. Y qué decir de Tlatelolco, Jueves de Corpus, Aguas Blancas. Acteal.
• Basta de política – dijo el Maestro -; Pedro y Felipe se van a…

¡Uf!, desperté sobre mi ex mullido sofá. En el piso estaba la revista nacional sobre política que había estado leyendo. Todo fue un sueño. escanio7@hotmail.com